Las mujeres que sabían demasiado

Estás adentrándote en la verdadera y del tiempo devorando corazones con los que abrigar a las estrellas déjate llevar por la ciencia espeluznante siempre espeluznante un podcast de principios las mujeres que sabían demasiado un texto de ana molinet ilustrado por mermelada de sesos para principia magazine mientras dibujo las diminutas flores de la hierba milenrama en el cuaderno miró a través del cristal y hace dos años que llegué hambrienta y desorientado través de esta llega llevaba tres días sin comer vistiendo harapos prácticamente sin haber dormido nada no sabía dónde estaba solo sabía que volver atrás no era una opción el pasado era sinónimo de golpes de dolor de rejas invisibles recuerdo que llamé a la puerta y me desmayé acuérdate de escribir que las flores deben secarse en servir que vimos que su efecto entonces era más potentes quien me dice eso es tituba la mujer que abrió la puerta y me acogió al principio me costó confiar en ella nunca había conocido a una mujer viviendo sola en medio del bosque sin marido ni hijos ni familia además había aprendido a temer a las personas así por defecto como mecanismo de defensa tras unos días allí me vino la regla y con ella los fuertes dolores que hacían retorcerme fue entonces cuando tituba me prepara una infusión de pie de león y descubrí asombrada como mi dolor remitió casi por completo desde entonces decidí quedarme en su casa y ayudarla con sus tareas aunque la verdad es que tampoco tenía otro sitio al que me enseñó todo lo que sabía de las plantas curativas cuándo sembrarlas y cosecharlas cómo conservarlas y qué tratamiento debían recibir para aprovechar sus capacidades sanadoras a diferencia de tituba y yo sabía leer y escribir así que empecé a documentar todo este conocimiento y hacer dibujos ilustrativos para diferenciar las plantas y poder plasmar los procesos que seguir me dijo que había aprendido mucho de otras mujeres como ella que se transmitían los conocimientos verbalmente de unas a otras y luego ella hacía perfecciones a base de ensayos de prueba y error levantó la mirada y a través de la ventana veo que se acerca mary la mujer del carnicero del pueblo viene ajetreado a paso ligero con una angustia en la cara que me preocupa entre sin llamar y escopetado nos grita sara tituba white aquí vienen a por vosotras saben que provoca este el aborto de elizabeth rápidamente guardamos cuatro cosas en una bolsa esparto incluido mi libro el único objeto que realmente me pertenece marino se explica que elizabeth sangró mucho en la noche después de tomarse la infusión que le dimos y aprisionada por su marido finalmente confesó que se había tomado una pócima que le dimos nosotras la pobre elizabeth hace dos años tuve un parto muy difícil del que casi no sobrevive y la criatura nació ya sin vida la traumatizó tanto que decidió que no quería tener hijos ni volver a tener sexo con su marido a quien despreciaba y con el que la obligaran a casarse aun así el marido la forzó varias veces a tener relaciones violándola y cuando tuvo la primera falta nos visitó para pedirnos ayuda la verdad es que muchas mujeres del pueblo nos visitan a menudo lo hacen de forma discreta cuando van al lavadero público cerca del río las ayudamos con los dolores menstruales con las infecciones urinarias con las náuseas del embarazo con los problemas de fertilidad o de libido les proporcionamos preparados si quieren abortar horas ayudamos a curar los dolores de alma que sienten muchos tras el parto sara por favor no te entretengas tenemos que marcharnos ya no ves que quieren matarnos un escalofrío me recorre toda la espalda