El Mundo de Ayer - 3/15. Voz Humana

Capítulo tres universitario en byte por fin llegó el momento tan largamente anhelado en que con el último año del viejo siglo pudimos errar también de un golpe detrás de nosotros la puerta de rodeado gimnasio después de un examen final cumplido con gran fatiga pues que sabíamos nosotros de matemáticas física y materias escolares ticas el director del colegio no son honra a los que en tan solemne oportunidad debíamos vestir negras levita solemnes con un discurso inspirado nos advirtió que ahora éramos mayores y que debíamos hacer honor a nuestra patria manteniéndonos diligentes y eficaces de este modo nos dispersa y concluyó así una camaradería de ocho años a pocos de mis compañeros de galeras los he vuelto a ver desde entonces la mayoría de nosotros se inscribe en la universidad y los que tuvieron que conformarse con otras profesiones y actividades nos consideraron con envidia y tristeza en aquellos tiempos la universidad tenía en austria todavía una aureola singular romántica ser estudiante universitario involucraba ciertas prerrogativa se quedaban al joven académico un privilegio notable sobre todo su compañero de edad esa peculiaridad anticuada era poco conocida en los países extra alemanes y requiere seguramente por su absurdo anacrónico una explicación la mayoría de nuestras universidades habían sido fundados en la edad media es decir en una época en que la dedicación a las exigencias ilustradas significaba algo extraordinario y para atraer a los jóvenes al estudio se les concedió ciertos privilegios de clase los escolares del huevo no estaban sometidos a la justicia ordinaria no podían ser aprendido a ni molestados en sus colegios por los algo así les vez tiene indumentaria especial tenían el derecho debatirse impunemente en duelo y se le reconocía como un gremio aparte con sus malas costumbres y hábitos propios con el correr del tiempo y la progresiva democratización de la vida pública cuanto todas las demás corporaciones medievales se disolvieron se perdió en toda europa esa situación privilegiada de los académicos sólo en alemania y austria alemana donde la conciencia de clase primaba siempre sobre la democrática los estudiantes se aferraba antenas mente a esas prerrogativa que hacía tiempo ya que carecían de sentido y hasta le dieron la forma de un código estudiantil propio el estudiante alemán sea rogó en primer lugar una especie particular de honor estudiantil aparte del honor civil y general quien lo ofendida debía darle satisfacción es decir enfrentarse con el arma en la mano en un duelo siempre que estuviera en condiciones de dar satisfacción y estaba en esas condiciones de acuerdo esas apreciaciones vanidosos no el comerciante o el banquero sino sólo un individuo de cultura y graduación académica y un oficial nadie más entre millones de hombres podía disfrutar del extraordinario honor de cruzar la espada con uno de esos mozart veces imberbe si tontos por otra parte era preciso haber demostrado de fertilidad para poder ser juzgado un estudiante chaval es decir que era necesario haber participado en el mayor número posible de duelos e incluso llevar las señales de semejantes actos heroicos en la cara visiblemente forma de tajos una mejillas sanas y una nariz nuestro pierda eran indignación auténtico estudiantes hermano por este motivo los estudiantes de color o sea los que pertenecían a una corporación uniformada se veían en la necesidad de provocar se mutuamente y de provocar a otros estudiantes suboficiales perfectamente pacíficos y esto de continuo para poder repartirse una y otra vez en la sala de armas de las corporaciones se guía y ejercitaba a cada nuevo estudiante en tanto en la actividad principal aparte de iniciarse en las demás costumbres de la hermandad cada zorro es decir cada neófito era adjudicado a un compañero de corporación a quien debe obedecer ser vilmente y quieren cambio le enseñaba las nobles artes del comenté a saber vaciar de un trago un pesado jarra de cerveza hasta la última gota para comprobar así gloriosa mente que uno no era un mozo flojo beber con exceso hasta vomitar o gritar en coro canciones estudiantiles y marchar de noche ruidosamente marcando el paso de ganso a través de las calles para burlarse de la policía todo esto pasaba por viril por estudiantil por alemán y cuando los sábados las corporaciones organizaban su paseo semanal con sus banderas desplegadas y su gorra con cintas esos muchachos implantes empujados por su propia actitud a una petu el ansia sin sentido se creían los representantes verdaderos de la juventud intelectual