Música clásica ¿por qué no? - 119 Los tres tenores

Y ahora escucharemos música clásica.

¿Música clásica? Sí, claro, música clásica.

Con Antonio Jiménez. Música clásica. ¿Por qué no? ¿Qué tal amigos? Estoy seguro de que si preguntara cada uno de vosotros acerca de los motivos que empujaron a Carreras, Domingo y Pavarotti a montar el negocio de los tres tenores, cada uno tendría una explicación diferente y todas ellas, por supuesto, plausibles.

Yo os daré la mía, el dinero.

Y que conste que esto no me parece mal.

Cada uno tiene derecho a buscarse la vida de la manera que más le convenga, faltaría más.

Lo que ya no me parece tan bien es que se quisiera enmascarar esta iniciativa como un proyecto para acercar una música a priori minoritaria al gran público y a los jóvenes.

Como nos cuenta Jesús Mantilla en su libro Divos, podrían haber hecho como otro divo, Mike Jagger, un tipo que nunca dijo que quisiera cambiar el mundo, pero que sí dejó constancia de que lo único que quería con la música era zurrarse.

Pues eso.

Quizá deberían haber pensado antes de informar de estas loables intenciones si el gran público, el popular o los jóvenes, podían pagar el precio de las entradas de sus espectáculos.

Pero bueno, también es cierto que, aunque fuera de rebote, un poco sí acertaron en el empeño.

Las grabaciones y la televisión dieron buena cuenta de sus actuaciones y, de esta manera, el gran público y los jóvenes sí que pudieron disfrutar de la calidad de su música, que la había y mucha.

Hoy escucharemos algunas de sus intervenciones gracias a la grabación de su primer concierto en las Termas de Caracalla, en Roma, con la Orquesta del Teatro de la Ópera de Roma y la dirección de Zubin Mehta.

Vamos a escuchar a José Carreras en el área El Lamento de Federico de la ópera barceliana de Francisco Selea.