MusicCalidad en "Es La Mañana de esRadio Sevilla" Nº 262. Ruta artística por el norte. (3-10-2025)

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La música es talento y no estar lento de creatividad.

La música es arte y no es el arte de mercadear.

La música es de humildes genios con humanidad y no de divos mediocres con vanidad.

Porque la música es radio. Pero es radio de verdad.

Por eso la música en ES Radio es música de calidad.

Sonría, por favor. Aquí nadie te viene a engañar.

Aquí viene señor Gañán con la musicalidad.

Pues un viernes más. Estamos hablando de música, de buena música.

Empezamos con musicalidad y para ello pues ya lo estaban ustedes escuchando.

La voz de Pablo Gañán. Hola, compañero, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Hola, holita, la holita. La voz de nuestro compañero.

No, en realidad es, bueno, un sonido que se sigue emitiendo desde mis cuerdas vocales, pero no es mi voz.

Es la voz que tengo todavía. Esto ya va sumando meses y ya empieza a preocuparme.

No termina esto de mejorar.

Te voy a decir una cosa. La gente que no se ha quedado nunca fónico, que no tiene problemas de voz, no sabe la angustia que es quedarte sin voz.

Sí, sí. Además, a ver, yo cuando he sido más joven, desde los 20 años, siempre tenía esta voz ronca de mis excesos y demás.

Es verdad que hace 15...

Es verdad que tienes un puntito Sabina tú ahí, ¿no? Hombre, llevo tres meses como Joaquín, ¿no? Pero así es. De hecho, mi primera suegra me decía el aguardientoso.

Me decía que tenía la voz de aguardientoso.

Y yo con 20 años saliendo a todas horas, pues...

Se ve que te quería esa mujer.

Pues sí, sí. La mando un saludo, hombre. Grandísima.

Y yo realmente, de mis 20 a 30 años, yo estaba acostumbrado, me daba igual.

Es cierto que hace 15, 20 años, de un día para otro, se me puso súper limpia.

Y de hecho, por eso estoy en la radio, entre otras cosas.

Y a comunicar, y yo encantado con mi voz.

Y la vida la sigo haciendo igual, con mis excesos y tal, pero mi cuerpo decidió que estaba todo bien.

Y hace tres meses, pues volvió otra vez a sabinearseme la voz, ¿no? Entonces, bueno, de hecho, la semana pasada, que fui a...

Hace ya dos o tres semanas, que fue cuando fue el concierto de la Versuit, de los argentinos.

Vino un amigo, que trajo a un amigo a verlo, y me dice «Mira, ¿conoces a Fernando, no?».

Dice «Yo sí te conozco, encantado».

Dice «Tú eres encantada por Sabina en Estuco».

Una sala que había en Los Remedios allá por el año 2000, 2001, 2002.

Ha llovido, ¿no? Ha llovido un poquitito, ¿eh? Y yo, uno de mis números...

Yo tenía mi grupo ayer que tocaba, que era con Más Maera, un grupo mítico de la época del flamenquito sevillano.

Y yo tenía mi número especial, que era cuando todo el mundo se paraba, y yo cantaba por Joaquín Sabina.

Pero ya no solamente el 19 de quinientos noches, sino también cualquier espacio entre caballeros, u otros temas que a mí me encantan de Joaquín, ¿no? Y dice yo «Yo flipaba, yo iba a verte a ti, tu momento de Sabina, tío».

Digo «Pues muchas gracias, ah».

Cantabas por Sabina, pero imitabas a Sabina, me refiero, intentabas poner la voz.

Era la gracia del asunto, pero yo trataba de hacer los mejores temas.

Y te sale bien, ¿eh? Sí, pero no es que me salga ni bien ni mal, es que me sale solo.

Ahora te sale mejor porque es que ya casi que no tienes ni que forzar la voz.

Efectivamente.

Entonces, así era yo con 20 años y así vuelvo a ser en la vida cíclica.

¿Cómo serían esas actuaciones que este hombre se acordaba de eso? Imagínate, yo me quedé...

Bueno, para mí fue una alegría, ¿no? Digo «¿Te acuerdas de eso?».

Además, yo iba muchas veces a verte a ti con mis amigos, «Vamos a Estuco, que quiero irme a engañar cantando con Sabina».

Y nada, me lo dijo hace tres semanas.

Y digo «Espero que esto acabe pronto».

Pues nada, sigo sabineando en la voz aquí en los micrófonos y en los bolos que estoy teniendo también.

Estoy en temporada alta de bolos, de festivales y demás.

Pero bueno, fíjate tú que la hora de cantar no me molesta.

Porque cuando canto, como yo canto con tanto brillo y tanta fuerza, pues queda bien, incluso llego hasta tonos más altos.

¿Qué pasa? Cuando se me limpia la voz, se pone la voz mucho más grave.

Y entonces canto muy bien, todo estupendo, pero es verdad que hay notas a las que no llego cuando tengo la voz bien.

Ahora con la ronquera, como fuerzo la garganta en lugar de cantar con el diafragma, pues sí llego a tonos mal llegados, que no es lo recomendable, por supuesto, porque me hago más daño incluso.