ND (09x25) - Los oscuros - Libros malditos - Perros asombrosos

Aquí comienza Nueva Dimensión, con Juan Gómez.

Somos totalmente vulnerables, de ahí que busquemos ese lugar de la casa que nos dé la sensación de máxima protección.

Hace unos días veía unas imágenes que a mí personalmente me ponían los pelos de punta, no tanto por lo que pudiera pasar en ella, que afortunadamente no pasó nada, sino por la terrible sensación que producían.

Un hombre, un ladrón se cuela en una casa.

La dueña de la casa ha instalado varias cámaras de vigilancia en diferentes estancias, entre ellas su habitación.

A la mañana siguiente la mujer descubre que le faltan cosas, apenas cosas de valor, pero denota que alguien ha estado revolviendo sus pertenencias, y entonces decide revisar las imágenes de la cámara de seguridad, y es entonces cuando lo ve.

En la imagen se aprecia como el ladrón entra en la casa, hasta que aparece lo que podríamos calificar como la escena de una auténtica película de terror.

La figura del ladrón entra en la habitación.

La mujer está durmiendo.

En las imágenes se aprecia como ella es totalmente ajena al intruso, quien se pasea por la estancia y hace algo de lo más inquietante.

De repente se acerca a los pies de la cama, inmóvil, y desde allí observa a la mujer mientras ella duerme, sin que sea consciente, sin que se imagine lo que está ocurriendo a su alrededor.

Y el ladrón se ve en la imagen, delgado, espigado.

Me recordé inmediatamente, fijaos, a esas historias de personajes que dicen se manifiestan en mitad de la noche, se posicionan a los pies de la cama y observan al testigo, esos visitantes de dormitorios oscuros.

Pero en esta ocasión las imágenes eran absolutamente reales, y ese personaje no era una sombra, no era una entidad extraña, era un ladrón que estaba decidiendo qué hacer, mientras miraba a la mujer inmóvil desde los pies de la cama.

Afortunadamente no pasó nada y las imágenes muestran al ladrón saliendo de la habitación y de la casa, pero insisto, cómo me recordó a esas historias que muchas personas cuentan, que seguro vosotros habéis escuchado en alguna ocasión y que son tremendamente angustiantes.

Así lo hemos comentado, en nueva dimensión, pero nos parece tan alucinante que es difícil no volver a tocar un tema tan complejo, y en muchas ocasiones aterrador, como las historias de esos extraños visitantes oscuros, que como ese ladrón, se quedan inmóviles, observando a quien está en la cama, alguien que al contrario de esta mujer que estaba dormida, los testigos manifiestan estar despiertos, no poder mover en muchas ocasiones ni un solo músculo, percibiendo que, como un ladrón, como un invasor desconocido, esa sombra parece acecharles, vigilarles e incluso agredirles.

Hay casos como digo que son absolutamente desafiantes en este sentido, y es por eso que no podemos dejar de hablar.

Y es por eso que no podemos dejar de hablar.

Y es por eso que no podemos dejar de hablar.