Aquí comienza Nueva Dimensión con Juan Gómez ¿Qué tal? ¿Cómo estáis amigos? Muy buenas noches.

Saludos, como siempre, de Juan Gómez.

Bienvenidos una vez más a este universo expandido.

Bienvenidos una vez más a Nueva Dimensión Premium.

Y antes de comenzar, por supuesto, dar las gracias a todos vosotros que habéis decidido, o a todos los que habéis decidido dar el salto a este universo para apoyarnos y para también conocer historias que, desde luego, son sorprendentes.

Y espero que esta noche nos sumerjamos en algunas de ellas.

Algunas que, lo he de decir, en ocasiones no llegan hasta los medios de comunicación en España y que son muy poco conocidas, pero que son tremendamente inquietantes por un lado, y al mismo tiempo fascinantes por el misterio que los envuelve.

Atención porque, como hacemos en muchas ocasiones, vamos a viajar a través del tiempo, pero no lo vamos a hacer muy lejos.

Algo que sucedió apenas hace un año.

Veréis, ocurrió en el Colegio Militar de la Paz, en Bolivia.

Un suceso que quedaría en el ambiente militar de ese colegio de no ser porque alguien está grabando con su teléfono móvil.

Dos cadetes están preparándose para realizar una prueba de salto, algo muy similar al conocido bungee jumping, donde una o en ocasiones dos personas se lanzan al vacío amarrados con una cuerda especial que retiene la caída antes de que se toque el suelo.

Seguro que lo habéis visto en innumerables ocasiones.

Bien, ese día, dos de los cadetes de ese colegio militar se preparan para dar ese salto.

Lo hacen desde una altura de más de 30 metros.

En el suelo, apenas hay algo parecido a una colchoneta para amortiguar, bueno, si es que se puede, un posible peligroso acercamiento al suelo.

Bien, los cadetes se preparan y dan un fuerte salto hacia adelante.

Su ímpetu es tan grande que la trayectoria, fijaos, les lleva literalmente y también ligeramente a desviarse fuera de esa citada colchoneta.

Sin embargo, esta solo está por mera protección.

Nada debería fallar y las cuerdas deberían sostener a los dos cadetes antes de que tocaran el suelo.

Sin embargo, algo sucede.

Bien porque algo falla en el sistema de amarre o bien porque las cuerdas quizá pudieran ser ligeramente más largas de lo previsto.

Los presentes observan con estupor cómo esa cuerda frena la caída, pero lo hace tarde.

No evita que los dos cadetes impacten contra el suelo.

El revuelo en ese momento es inmediato, como os podéis imaginar.

Muchas de las personas que acuden a esa demostración corren inmediatamente a socorrer a los cadetes, quienes quedan heridos en el suelo.

Y aquí, amigos, llega el misterio.

Es una de esas cosas, es una de esas noticias que son tremendamente sorprendentes, pero que no suelen salir a nivel internacional, sino que se quedan en el ámbito de los informativos de un país.

Pero nosotros aquí, en nuestro universo expandido, en Nueva Dimensión Premium, os lo traemos.

Veréis de repente, entre la multitud, que en algunos casos también parece quedar paralizada ante el accidente, aparece alguien que corre.

Pero hay algo completamente inusual.

En el vídeo, en las imágenes, solo se observan, sé que lo que voy a decir es alucinante, solo se observan unas piernas.

Unas que corren en dirección a donde se encuentran los cadetes heridos, unas piernas sin torso.

A pleno día, la imagen muestra algo absolutamente desconcertante.

Cuando el vídeo se hizo público, enseguida saltó a los medios de comunicación.

Entre todos, este programa, el famoso programa El Rojo Vivo de Bolivia, en donde contaban la noticia así.

Atentos.

Ahora verán lo que muchos testigos dicen.

Es una aparición espectral que pone los pelos de punta.

Así es.

Se trata del supuesto fantasma de un cadete que deambula por una escuela militar e incluso, hasta dicen, le salvó la vida a dos soldados que sufrieron un brutal accidente.

Bueno, pues tras la difusión de estas extrañas imágenes, muchos quisieron conocer, quisieron averiguar si en ese colegio de cadetes había ocurrido algo.