ND PREMIUM (15x25) - LA MORTAL EXPEDICIÓN DONNER

Aquí comienza NUEVA DIMENSIÓN Con Juan Gómez Heló fuerte anoche, hermoso y soleado día, viento del oeste.

La señora Murphy dice que los lobos están a punto de desenterrar los cuerpos de los muertos en su cabaña.

Las noches son demasiado frías para verlos, solo los escuchamos aullar.

La señora Murphy dijo ayer aquí que pensó que comenzaría con Milt y se lo comería.

No creo que lo haya hecho aún. Es angustiante.

Estas, amigos, son las palabras que quedaron en el diario de un hombre llamado Patrick Brin a finales de febrero de 1847.

Casi un año antes, un grupo de 500 carretas de colonos americanos se dirigieron al oeste para ocupar las tierras que, según creían, habían sido otorgadas por Dios para ellos.

Tan solo un año antes, un periodista llamado John O'Sullivan escribió un artículo asegurando que Dios y la Providencia les había otorgado el deber de expandirse y extenderse por todo el continente.

El artículo caló profundamente en una sociedad puritana y extremadamente religiosa quienes creyeron que efectivamente el destino que Dios quería para ellos era que ocuparan y se expandieran a lo largo y ancho del país.

Con esta premisa, más de mil almas comenzaron a cruzar las diferentes tierras donde pensaban establecerse.

Entre ellos estaban varias grandes familias, los Donner, los Riggit, los Grave o los Murphy.

Su misión era completar su trayecto en unos cuatro meses.

En julio de ese año, la mayoría de los integrantes de esa extensa caravana deciden continuar por la ruta establecida hacia un lugar llamado Four Hall.

Sin embargo, un grupo de 89 personas, entre ellos los Donner, los Riggit, los Murphy, entre otros, tenían en su poder una carta que aseguraba que había un atajo, un paso más rápido para alcanzar su destino y que les ahorraría unas dos semanas de viaje.

Una carta que explicaba que el camino estaba rodeado de pastos y de abundante agua.

Una carta que les prometía que conseguirían alcanzar su destino mucho antes que cualquiera de los que antes se habían adentrado en esas tierras del oeste.

El atajo les debería proporcionar un fácil paso entre las infranqueables cumbres de más de 4.000 metros de Sierra Nevada.

Un atajo que desde el principio se convirtió en un desastre.

El atajo no sólo era erróneo, sino que añadía al recorrido más de 160 kilómetros.

En octubre, la caravana de los Donner ya había llegado a las montañas de Sierra Nevada y se habían dado cuenta que quizá la carta no decía lo que esperaban.

Topándose con la incertidumbre de tener que atravesarla, sabiendo además que el invierno estaba realmente cercano, para entonces tan sólo les quedaban provisiones para un mes y atravesar esas montañas iba a requerir mucho más tiempo.

Ya no podían dar vuelta atrás. El supuesto atajo se había convertido en una trampa mortal.

Una que ya se había cobrado, por cierto, la vida de cinco personas antes de llegar a esas montañas.

Como pudieron, comenzaron a cruzar sin saber que su destino estaba escrito.

A medida que pasaban las semanas, el camino se hacía más difícil y los trayectos eran más cortos de lo esperado.

Para descansar construían refugios rudimentarios utilizando carretas, ramas, pieles...

Pronto se les acabarían las provisiones.