ND PREMIUM (36x25) - EL LAGO MALDITO

Aquí comienza Nueva Dimensión.

Con Juan Gómez.

Conozco las historias de la maldición del lago Lanier de toda la vida.

Siempre ha sido el lago siniestro, el lago encantado.

Esas cosas. Si vas allí, eres valiente.

Pero yo era escéptica, no era algo en lo que pensará.

Pero luego, en 2020, mi familia y yo estábamos pasando el día en el lago.

Tratábamos de pescar algo, y yo no estaba participando mucho, y dijimos, vamos al agua, porque si te metes, eres valiente.

Es un reto que hacemos desde que éramos pequeños.

Estaba fría, estaba muy, muy, muy fría.

Empezamos a jugar a Marco Polo con los niños que nos acompañaban.

Marco.

¡Polo! Y empezamos a alejarnos más y más.

Marco.

¡Polo! Acabé llegando a una zona más profunda y me di cuenta de que ya no hacía pie, pero sé nadar.

Y nadando, vi algo en mis pies.

Pensaba que era un pez. Bueno, porque estábamos en un lago.

Y entonces sentí que algo me agarraba del tobillo y me tiraba muy deprisa.

Y me sumergí al instante.

Me dio un ataque de pánico.

Ocurrió en cuestión de segundos, pero pareció una eternidad.

Conseguí salir, pero al hacerlo, por mi asma, no podía respirar.

Mi hermano pequeño me vio y fue nadando para sacarme.

Cuando llegué a la orilla, pensé que nadie me creería, así que al principio no lo conté.

Pero luego descubrí que era habitual que mucha gente había sentido que tiraban de ellos.

Unos espíritus enfadados.

Unos espíritus enfadados.

Muy buenas noches a todos. Saludos de Juan Gómez.

Bienvenidos una vez más a Nueva Dimensión Premium.

Y gracias por vuestro apoyo.

Comenzamos este universo expandido.

Y lo hemos hecho escuchando un relato, un testimonio real, de alguien, una joven llamada Kathleen Hardy.

Joven que fue protagonista de una experiencia que, cuando menos, le resultó aterradora.

Podemos interpretar que quizá, mientras nadaba, se tropezó con algo que simplemente estuviera cerca del fondo.

Puede que una serie de algas o algún tronco hundido que se desplazara y diera la sensación que estuviera arrastrando de forma intencionada a esta chica.

Pero el caso, amigos, es que esto sería tan solo una anécdota, de no ser porque en el lago Lanier las historias se acumulan.

Historias que conectan con lo extraño.

Algunas incluso son capaces de afirmar que con lo sobrenatural y en donde sus aguas dicen, puede que escondan algo que se escapa de toda comprensión.

Fijaos, yo recuerdo una película, bueno, más bien un relato corto que fue llevado a la gran pantalla, titulado La balsa.

En ese relato, en esa película, cuatro jóvenes quedan atrapados encima de una balsa o una plataforma en mitad de un lago.

En ese momento descubren que hay algo extraño que flota en sus aguas, una especie de criatura morfa, como una suerte de medusa, negra, que va acabando con la vida de todos y cada uno de ellos.

Y no pueden lanzarse al agua, porque eso sería su sentencia de muerte.

Un relato corto del maestro del terror, Stephen King, y que, como digo, fue llevado en forma de historia corta al cine.

Y es cierto que el cine se ha nutrido de eso, de historias de terror donde el entorno, el escenario, donde ocurrían los hechos, era o es un lago.

Puede que sea así porque muchos de ellos son lugares que parece que tienen su ecosistema propio, ¿no? Aguas que prácticamente han creado su propia mitología, ¿no? Como si en ellas, o su entorno, ocurrieran cosas que estuvieran al margen del resto.

Y uno de esos lagos, amigos, es el lago Lanier, un lago cuya leyenda, terrible leyenda, pero también cuyos sucesos absolutamente reales han trasladado a la humanidad.