NdG #591 Drogas en la guerra de Vietnam, una historia para flipar

Hola, amigos, bienvenidos. Esta voz que os habla así un poquito jodida es la de Sergio Murata. Sí, soy yo, pero estoy con un resfriado de narices, nunca mejor dicho, y bueno, pues tengo la voz ahí un poquito jodidilla.

Pero bueno, como no se trata de mí, sino del tema que vamos a tratar, que va a ser un programa para flipar, no os olvidéis, vamos a tener a nuestro amigo David López Cavia.

¿De qué nos va a hablar nuestro amigo? Que nos lo diga en un momento.

Hola, David, buenas. Hola, Sergio.

En primer lugar, encantado de estar con vosotros aquí con Niebla de Guerra.

Y bueno, pues tenía un poco, esto es para mí un poco un desafío, porque quería salir de la Segunda Guerra Mundial.

Y en este caso vamos con algo bastante distinto a lo habitual, que es un tema bastante curioso y controvertido, que son las drogas, el consumo de drogas en la Guerra de Vietnam.

Muy bien. Oye, David, antes de continuar con este tema, ¿tus últimas novelas cómo van? ¿Están funcionando? Porque bueno, igual a lo mejor cuando esté la gente escuchando no está sacado ya la próxima, pero bueno, tenemos...

¿Cuáles serán las dos últimas? Recuérdamelo, por favor.

Bueno, las dos últimas son Ataque Nocturno de la Operación Baiting, con el prólogo de nuestro amigo Sean Scullion.

Y el último es Nunca Quiso Ser Un Héroe, ambientado en la batalla de Aquisgrán.

Aquí le doy las gracias por el prólogo a Iván Jiménez Chueca, periodista y historiador Iván Jiménez Chueca.

Y bueno, pues si quieren conocer la batalla en primera persona y empaparse de la historia, como dice mi amigo José Luis Perona, pues están invitados a leer Ataque Nocturno, Nunca Quiso Ser Un Héroe o Fronteras Sangrientas, si les gusta el bosque de Jürgen, entre muchos otros.

Sí, bueno, y además, escucha, tú tienes tu blog donde también pueden ver tus artículos, algunos de los que terminan aquí, en Nibla de Guerra, convertidos en podcast y donde también pueden acceder a toda tu obra, ¿verdad? ¿Nos la recuerdas, por favor? Pues sí, sí, sí, podemos conseguir mis libros, pues bueno, en librerías como no, en Amazon, en libros.cc, luego un canal muy directo que tenemos y donde contactamos mucho los seguidores de la familia de Nibla de Guerra, pues el canal de Telegram de Nibla de Guerra.

Ahí perfectamente me pueden escribir, yo me pongo un contacto y se lo envío a su casa firmado y dedicado previo pago.

O si no, en mi página web www.davidlopezcavia.es, cavia con B.

Y bueno, ¿ya te propone algún tema más? Porque es que se me ha encendido la bombilla justo ahora mismo, Sergio.

Escucha, no hay nada como una… Dos cabezas para que empiecen a pensar y empiecen a salirles ideas. A mí también me pasa, David, que hay veces que estoy hablando de otra cosa y automáticamente me surge una idea y digo… ¡Ostras, lo tengo que apuntar! Tengo que apuntarlo porque esto voy a darle caña.

Bueno, oye, antes de meternos aquí en camisas de once varas, meternos en polvo, nunca mejor dicho, escúchame, hemos visto el tema de la droga, el tema del consumo de sustancias estupefacientes en la Guerra de Vietnam por los soldados, el tráfico de opio, metidos a veces por ahí agencias estatales de uno u otro país que la llevan para pagar armas.

¿Esto qué hay de mito y qué hay de real? Hombre, hay bastante realidad y bastante de… Digamos que mitad y mitad, ¿no? Porque, por ejemplo, hay una película que lo relaciona bastante bien con Vietnam, que es la de American Gangster, ¿no? O, por ejemplo, pues… Esta especie de rituales que se ven en el largometraje de Platoon de Oliver Stone, pues sí que se daban, porque muchas veces el consumo de droga ayudaba a las tropas, sobre todo a los novatos, a integrarse en sus unidades, ¿no? Pero, bueno, tengo que decir que las películas de Vietnam, salvo la chaqueta metálica, en mi opinión, a nivel histórico, dejan bastante que desear.

Sí, bueno, a ver, al final es cine, es cine.

Oye, pero sí que es cierto que Vietnam fue un terreno abonado para el consumo de drogas entre el ejército norteamericano.

Pues sí, mira, vamos a echar mano aquí de los datos que manejaba el Departamento de Defensa, porque estamos diciendo que en 1968 ya la mitad de los soldados estadounidenses consumían algún tipo de droga.

Esto se va a poner peor en 1970, cuando este porcentaje de consumidores de drogas aumenta hasta el 60 % y en el 73, el año de la retirada americana de Estados Unidos, pues esto ya era escandaloso, porque el 70 % de los estadounidenses consumían algún tipo de droga, ¿no? Es más, para reforzar esta idea, en el 71, ya el 51 % de los militares estadounidenses destinados en Vietnam fumaban marihuana, el 28 % le daban a las drogas duras y el 31 % consumía sustancias psicodélicas.

Con lo cual, sacando esas cifras, vamos, había alguno que se ponía las botas con marihuana, con drogas duras y con psicodélicas, todo junto.

Sí, por intoxicómanos.

¡Madre mía! Bueno, pues nos vamos a Vietnam, nos vamos con este tema, con esta curiosidad de las drogas en la guerra de Vietnam.

Comenzamos.