No sé pedir perdón

¿Cómo estás? ¿Cómo te explico? Estoy nervioso, hija. No te preocupes.

He tenido una pelea con mis padres.

¿Qué edad tienes? Veinticinco.

Culpa, pero creo que ellos también tienen parte de culpa, ¿no? Ya, pues a veces me siento un poquillo mal por haberme ido.

Ya, pero ambas sí, ¿no? ¿Eh? ¿Tienes problemas, entonces, para volver? No, no creo que me dijeses nada, pero...

Pero te cuesta, porque hubo una pelea importante.

Eso es.

Sergio, tú tienes veinticinco años.

¿Quién vive en casa? ¿Viven tus padres? Sí, mis padres.

Sí, ¿y por qué fue una pelea? Bueno, fue una chorrada, fue...

Ahora, incluso es que ya casi ni me acuerdo, ¿no? Pero fue subiendo el tono de voz.

Sí.

Yo tengo un carácter muy fuerte, mi madre también.

Sí.

¿Pero discutíais los tres, entonces? Sí, bueno, pero era yo con mi madre, más que nada.

Ya, ¿y hubo palabras feas por tu parte? Bueno, feas tampoco, el respeto siempre se guarda.

¿Y dónde estás ahora, Sergio? ¿Vives en casa? Yo tengo un piso, pero no hay nada dentro del piso.

Estoy durmiendo en un coche.

Vaya.

¿Y ellos te han buscado a ti? No, porque yo creo que tienen el mismo orgullo que yo.

¿Es la primera vez que pasa? Bueno, además, chiquitillo le ha pasado, pero a lo mejor tenía 15 años, ¿no? Sí.

Me iba y volví al mismo día.

Me ha pasado un par de veces.

Sí.

Sergio, una pregunta.

Bien.

Te puede parecer simple la pregunta, pero tiene un trasfondo, ¿eh? Ajá.

¿Tú quieres volver a casa o quieres pedir perdón? ¿Cómo? ¿Si quiero volver a casa o...? ¿Quieres volver a casa o lo que quieres es pedirles perdón? Yo creo que las dos cosas.

¿Las dos cosas? Sí, pero también tengo que recibir un perdón, ¿no?, de ellas.

O sea, de ellas, ¿me entiendes? ¿Ellos también te piden perdón a ti, es lo que quieres decir? Sí.

Pero, claro, el primer paso tengo que dar yo, porque sí, me han ido.

Te entiendo perfectamente, Sergio.

Pues eso.

¿Y tus padres te pueden perdonar? ¿Crees que ellos tienen...? Sí, yo creo que sí, que no habrá ningún problema, pero...

¿Tú sabes pedir perdón, Sergio? Me cuesta mucho.

¿Sí? Me cuesta en todos los aspectos.

¿Y cuándo lo piensas hacer? Sí.

Y podría haber dicho yo tengo las llaves y todo.

Sí.

Bueno, sería mejor, pues antes de que te vean dormir allí, sería mejor hablar con ellos y pedirles perdón, asumir que te has equivocado, que te pasaste con ellos y pedirles disculpas, de corazón.

Sí, pero no sé... O sea, no, yo creo que no...

Y puedes hacerlo ahora.

Ya.

Pero también me da rabia, porque es otra noche más.

Ya, y si tú les despiertas, ¿qué pasa? ¿Se molestaría mucho? No creo.

Ya.

¿Te llamaréis por teléfono y decirles lo siento mucho, perdonadme? No, eso tampoco.

Sí, ¿no? Es que no soy...

Ya, ya.

Llamar por teléfono es que es malo, malo.

Yo creo que es mejor...

Pero, mira, Sergio, ¿tú puedes ponerte en el lugar de tus padres? ¿Eh? Porque algún día lo serás tú también de padre.

Sí.

Tus padres están en casa disgustados porque tú no estás en casa y están enfadados contigo.

Suena el teléfono y tú les dices a ellos que os pido perdón.

Ya, pero es que tampoco...

A ver, a ver, es una cosa que...

O sea, es una discusión quizás simple, ¿no? Hemos hecho una pelota.

Sí, sí.

Que no es una cosa que diga...

Que les tienes que pedir perdón por alguna cosa tan fuerte que has hecho.

No, pero no ha sido tan simple desde el momento en que tú te has tenido que marchar de casa o te has ido de casa.

Ah.

Y que estás preocupado.

Me has llamado aquí al programa porque estás preocupado.