No sirvas a dos Señores. Homilia sábado 21/6/2025, P. Santiago Martín FM

Yo soy el Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas.

El Señor esté con vosotros.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos, Nadie puede servir a dos señores, porque despreciará a uno y amará al otro, o al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo.

No podéis servir a Dios y al dinero.

Por eso os digo, no estéis agobiados por vuestra vida, pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo, pensando con qué os vais a vestir.

¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo, no siembran, ni siegan, ni almacenan, y sin embargo vuestro Padre Celestial los alimenta.

¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo, ni trabajan ni hilan, y os digo que ni Salomón en todo su fasto estaba vestido como uno de ellos.

Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? ¿No andáis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir? Los paganos se afanan por estas cosas.

Ya sabe vuestro Padre Celestial que tenéis necesidad de todo eso.

Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia, y todo esto se os dará por añadidura.

Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio.

A cada día le basta su desgracia.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

¿Cuánta sabiduría contenida en esta página del Evangelio de San Mateo? Pero empecemos por la primera enseñanza.

No podéis servir a dos señores.

El señor se refiere a continuación al dinero, pero no solamente hay un señor que es el dinero.

Por ejemplo, hay un señor que es la política.

Me preocupa, me ha preocupado siempre enormemente la sujección, la sumisión de los católicos practicantes, en buena medida, una amplia mayoría incluso, a la política de los partidos.

Vivimos en la democracia donde hay democracia, y hay que elegir a la hora de votar, es nuestro deber, pero Dios es el Señor.

Y lo que estamos viendo desde hace muchos años es que para muchos católicos practicantes, el verdadero Señor es el partido político por el cual simpatizan.

No importa para esos católicos que van a misa y se comulgan, no importa si después ese partido al que votan apoya una ley que tiene como consecuencia la muerte de miles de inocentes con el aborto o de ancianos y enfermos con la eutanasia.

No importa, para ellos no importa.

Hace mucho tiempo, lo recuerdo perfectamente, yo era un joven seminarista entonces, participé en un curso de formación de un mes apasionante, y una de las conferencias que nos dieron era un análisis de la política en nuestra época, no sé si esto ha sido así siempre.

El conferenciante sostenía que la política se había convertido en una religión y que la gente seguía ese partido político con tanta o mayor fe que podía seguir la religión a la que pertenecía o a la que ya no pertenecían.