Otorgan Réplica del machete de Vicente García a Walter Simón Noris

Yo creo que, en primer lugar, recibimos esta distinción precisamente en nombre del pueblo de Las Tunas. Sin el esfuerzo, sin la participación, sin la dedicación, sin el compromiso del pueblo de Las Tunas en participar de manera colectiva y unido a la dirección del partido y del gobierno de la provincia, hubiese sido imposible mostrar los incipientes resultados que la provincia comienza a expresar en cada uno de los sectores de la economía.

Cuando nosotros llegamos a esta provincia, los recuerdo exactamente un 19 de abril, que es abril, un mes de victorias, y expresamos públicamente que nuestra misión principal en Las Tunas sería defender la patria, la revolución y el socialismo, y que nuestro único compromiso sería con el pueblo de Las Tunas, un pueblo noble, un pueblo heroico, un pueblo de patriota, de gente que quiere y defiende a la revolución todos los días.

Yo creo que esas cualidades del pueblo tunero fueron las que estudiamos de manera que nos permitiera a nosotros adaptarnos, atemperarnos y, ¿por qué no?, asentir desde lo más hondo de nuestro corazón esas cualidades de los tuneros. Y yo creo que haber compartido durante 11 meses y 6 días exactamente con el pueblo de Las Tunas, lejos de ser un mérito, yo creo que para nosotros constituye un alto compromiso. Recibir esta distinción, que es la máxima distinción que entrega el órgano de gobierno, yo creo que también constituye un acto también más que de reconocimiento, de compromiso.

Muchos se han preguntado aquel primero de enero qué juramos ante la tumba del mayor general Vicente García, y allí sencillamente le juramos lealtad a nuestro general, le juramos que defenderíamos Las Tunas con la mente, con el corazón y con nuestras manos. Y que, en el fondo, trataríamos de ser consecuentes con sus ideas, las ideas por las que luchó, las ideas por las que defendió, no sólo al pueblo de Las Tunas, sino una causa tan noble como la revolución.

Y yo creo que sus propias ideas nos fueron inspirando y nos fueron adentrando a las características y a la esencia del pueblo de Las Tunas. Que Vicente García, con 37 años, se incorporara a las gestas independentistas y que de los generales que participaron en estas gestas fuera el único que no fuera profesional, universitario, dice mucho de las cualidades del león de Santa Rita. Que lograra que sus tropas y sus combatientes formaran parte de su familia y que lo quisieran como si fueran sus propios hijos.

Yo creo que eso dice de la grandeza de ese hombre. O que murió, a pesar de haber muerto en suelos extranjeros, su último pensamiento fuera exactamente para este pueblo. Y que apenas se pudo sostener y decirle a sus compañeros de lucha que sabía que iba a morir en suelos extranjeros, pero que allí estaban ellos para continuar la lucha. Yo creo que son cosas que nos inspiraron a nosotros, como Vicente García, y su ejemplo, defender esta heroica provincia. Una provincia de las cual nos enamoramos, llevamos en la mente y la llevamos también en el corazón.

Las Tunas ha sido una gran escuela para mí. Me ha permitido, además de transitar como cuadro, afianzar valores, sentimientos, experimentar emociones que creo que son dignas de cualquier revolucionario. Y durante el proceso de entrega de la provincia al compañero Obel, que estoy convencido de que, trabajando todos y unidos, pueden elevar los resultados de las Tunas a planos superiores, porque hoy las condiciones en todos los órdenes están creadas para que la provincia de las Tunas dé el salto que el pueblo está esperando hace mucho tiempo.

Yo creo que con la conducción del compañero Obel, la unidad y también el liderazgo del partido, del gobierno, de sus organizaciones de masa, de su unión de jóvenes comunistas, de sus Fuerzas Armadas Revolucionarias, del Ministerio Interior y, sobre todo, de la comunidad.