

Description of La otra familia de Leticia
Durante cinco cursos escolares, Leticia Rodríguez Cabrera, acreedora en 2024 de un reconocimiento especial conferido por la Ministra de Educación, ha considerado el Hogar de niños sin amparo familiar de Cabaiguán su segunda casa
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Compartir el amor que se siente por el tuyo y compartirlo con todos ellos acá.
La parte afectiva, la parte del amor, el cariño, de la importancia que tiene atender a estos niños acá.
A Carlos Antonio Rodríguez Rodríguez lo conoce hace 30 años.
Él representa el mayor patrimonio para Leticia Rodríguez Cabrera al convertirla en madre.
Pero esta educadora formada en la especialidad de matemáticas, actual directora del Hogar de Niños sin Amparo Familiar de Cabaiguán, erró en un cálculo.
Su primogénito tiene hoy ocho hermanos.
Hoy tenemos ocho niños en el hogar.
Lo más difícil de todo es la equidad de las edades, que todos tienen familias disfuncionales.
Desde su oficina y por cinco años, Leticia ha tenido una vista panorámica de la institución.
Allí alerta a Belén que anda de Sabina por el patio, donde María Carla celebró sus 15 primaveras.
En aquel momento, Nasira, que era la directora municipal, conversa conmigo sobre la necesidad de asumir esta tarea.
Le dije que sí que me educaron en el principio de diagnóstico de los niños, en las evidencias personales de los niños.
Es un centro bien complejo, porque esto es una casa de familia.
Tú eres la madre de ellos en estos momentos.
Esta es la aventura más bonita que he vivido, la experiencia más bonita que he vivido durante toda mi trayectoria de trabajo.
Me gustaría terminar mis días de trabajo acá con estos niños, para encaminarlos, para guiarlos.
Cuando el nido comienza a quedarse vacío, disimula las lágrimas.
Más relajada, cree sentirse lista para un hasta pronto.
Y sí hemos visto irse niños que son hijos de padres reclusos, de madres reclusos.
Y las despedidas son un poquito difíciles.
Igual que ellos nos añoran, nosotros también los añoramos a ellos.
Ahora mismo tenemos dos que son mayores de 18 años, que tenemos a Carla y a Ángel, que están en esperas de tener su propia vivienda.
Naymariane Trujillo Barreto, ministra de Educación, comprobó en primera fila la consagración y aportes de Leticia Rodríguez.
A propuesta de la titular del sector, en 2024 le confirieron un reconocimiento especial a casi cuatro décadas de entrega al magisterio.
Continuar dedicado a la calidad de la educación y a la vida, de que los niños que estoy atendiendo se sientan bien.
Y si volvieran a ser, volvería a ser maestra.
Esa es mi vocación, es lo que me gusta.
Me gusta trabajar con los niños, me gusta enseñar.
Resistirse al aula le cuesta a la profesora de la desaparecida Escuela Secundaria Básica en el Campo, Augusto César Sandinó.
En la campana dejó una etapa de aprendizajes entre los surcos y el pizarrón.
Vendrían más historias.
En la escuela Tomás Pérez Castro tuve una experiencia muy linda.
Inicié con un grupo de primer grado y llevé ese grupo de primero a sexto grado.
Los tenía prácticamente como mi propia familia.
En los fines de semana incluso los niños iban a mi casa porque ya se nos hacía un hábito verlos todos los días.
Son tres cursos, lo que me queda para jubilarme y pienso jubilarme o con la tiza en la mano o aquí en el hogar, en cualquiera de los dos lugares.