El otro no es perfecto (yo tampoco)

Aquí estamos nuevamente en La Vida Como Es, les habla José María Contreras.

No existe el carácter perfecto, no existe el cuerpo perfecto, no existe la mente perfecta, no existe el hombre perfecto, no existe la mujer perfecta, no existe la inteligencia perfecta.

Como si una pareja está formada por dos personas que son imperfectas, y son imperfectas en muchos campos, porque son imperfectas en su carácter, en su inteligencia, en su forma de expresar la realidad, son imperfectas en su capacidad de comunicarse.

Pues la conclusión es que la pareja es imperfecta.

¿Y qué pasa? Pues nada, no pasa nada, que se acepta que somos imperfectos y ya está.

Uno no se casa para hacer perfecto al otro.

A nosotros lo que nos preguntan es, ¿queréis al otro en la salud, en la enfermedad? O sea, ¿queréis? A nosotros nos dicen que sí queremos, que si queremos querer, que nos comprometemos a querer.

Y eso es importante saberlo, y sería un error que nosotros digamos, bueno yo voy a querer, cuando se le pase este defecto, voy a querer cuando se le pase este otro.

No, querer, querer al otro, es a lo único que nos hemos comprometido.

Y mientras no se nos vaya a la cabeza, eso lo podemos cumplir.

Porque muchas veces comprendemos muy bien que una persona le dura el estómago, o tenga una enfermedad pulmonar, o tenga una úlcera, eso lo entendemos muy bien, pero en cambio no entendemos que a lo mejor esta persona tiene una úlcera, entre comillas, mental, y entonces esa úlcera mental a lo mejor le lleva a ser muy cabezón, o a no pedir nunca perdón, o a contestar mal.

El estómago es una enfermedad como la de la úlcera en el estómago, muchas veces no tiene que ver con la voluntad, porque son defectos de carácter, son defectos incluso de personalidad, son gente muchas veces que no puede comportarse de otra manera, son gente que cuando se pone nerviosa grita, y grita porque se pone nerviosa y punto, y es que por muchos esfuerzos que haga, a lo mejor no es capaz de no gritar cuando está nerviosa, pero es que no hace esos esfuerzos, bueno pues a lo mejor si lo hiciera tampoco era capaz de no gritar, o esa gente se calla y no habla en dos días, pues eso como está mal, eso está mal, ¿y qué pasa? Pues no pasa nada, que habrá que quererlo así, puede parecer duro, yo comprendo que el programa de hoy puede parecer duro, pero es que lo que yo quiero dejar claro es que uno se casa con una persona que es imperfecta, que nosotros también somos imperfectos, y que eso hay que saberlo, que los dos, esa persona y nosotros somos imperfectos, y que nos hemos comprometido única y exclusivamente a amar, punto, sin condiciones, y amar es, entre otras cosas, querer el bien del otro, y mientras uno intente amar al otro, y uno pelee por amar al otro, y uno quiere amar al otro, uno está haciendo lo que debe hacer, y hay muchísimas dificultades a la hora de amar muchas veces, porque somos imperfectos, porque no sabemos comunicar bien, porque cada vez que queremos agradar muchas veces, no solamente nos agradamos, sino que desagradamos, porque muchas veces somos muy inoportunos en la comunicación, porque muchas veces sacamos un tema que creemos que va a agradar y lo que hace es desagradar, o sea, hay que querer al otro, y así tendremos paz, aunque parezca mentira, tendremos paz, queriendo al otro como es, con sus defectos, hay matrimonios que se tiran la vida queriendo cambiar al otro, y no llegan a la felicidad, porque se tiran la vida queriendo que el otro sea de otra forma.