Ozempic: el negocio de adelgazar (MUNDOS POSIBLES -CARNE CRUDA #1557)

El ideal de la mujer blanca, seductora pero no puta, bien casada pero no a la sombra, que trabaja pero sin demasiado éxito para aplastar a su hombre, delgada pero no obsesionada con la alimentación, que parece indefinidamente joven pero sin dejarse desfigurar por la cirugía estética, madre realizada pero no desbordada por los pañales y por las tareas del colegio, buena ama de casa pero no sirvienta, cultivada pero menos que un hombre, esta mujer blanca feliz que nos ponen delante de los ojos, esa a la que deberíamos hacer el esfuerzo de parecernos, aparte del hecho de que parece romperse la crisma por poca cosa, nunca me la he encontrado en ninguna parte, es posible incluso que no exista. Este arquetipo que describe Virginie Despentes en Teoría King Kong puede que no exista pero gobierna.

Las cifras muestran que la obesidad aumenta. El 18,6 de los niños y el 15% de los adultos españoles son considerados obesos según el Atlas Mundial de la Obesidad de 2025.

Pero también crece la preocupación por engordar. Los casos de anorexia, bulimia o atracones han subido tras la pandemia y su edad de inicio se ha adelantado. Cerca del 9% de la población mundial, unos 70 millones de personas, padece algún tipo de enfermedad mental relacionada con la comida. Y en una época en la que se presume de tener una pastilla para cada problema, tristeza, insomnio, migraña, ansiedad, ahora también la hay para cuerpos que no cumplen con el canon.

Porque casi todos, casi todas hemos oído algo de una inyección milagrosa de los famosos que la usan y de las promesas que la rodean. Ozempic, el milagro para adelgazar. La droga de Hollywood, así es el fármaco viral para adelgazar que ha generado 14.500 millones de beneficios. Ozempic, el fármaco para la diabetes que ha desatado el furor por perder peso. Ozempic puede rejuvenecerte en menos de tres años. Adelgaza sin esfuerzo, el pinchazo que lo cambia todo.

Los fármacos para perder peso cambiarán el mundo. Más allá de la estética, perder peso puede significar dormir mejor, tener más energía y reducir riesgos médicos. Pero si millones de personas, en su mayoría mujeres, sienten que su valor depende del número que marca una báscula, el problema no está en su cuerpo, está en la cultura. Cuando la prensa y las influencers aplauden a las farmacéuticas y estas siguen haciéndose de oro con nosotras, algo no encaja.

¿Qué se esconde detrás del negocio de adelgazar el mundo?