

Description of Las paredes hablan. Episodio 4 - La muerte
La muerte es un tema del que nunca se quiere hablar, tratamos de vivir dándole la espalda a lo inevitable, pero ¿cuál era la relación con la muerte hace cinco siglos?, ¿ha cambiado mucho en el último siglo?
Para descubrirlo, escucharemos a unos protagonistas que han trascendido a la muerte, los de las obras «Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni» de Domenico Ghirlandaio (siglo XV) y «En memoria de Ceccino Brasi» de David Hockney (siglo XX), que nos ayudan a entender cómo se convivía con la muerte en el tiempo en el que fueron retratados.
Junto a ellos, contaremos con María Eugenia Alonso, conservadora de pintura antigua del Museo Nacional Thyssen Bornemisza y con la colaboración del filósofo Alejandro G. J. Peña, autor del ensayo ‘El arte de vivir la muerte’.
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Cuando el museo cierra sus puertas, no todo es absoluto silencio.
Las paredes tienen mucho que contar.
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta Las paredes hablan.
¿Qué contarían los cuadros si pudieran hablar? Episodio 4. La muerte.
En memoria de Chequino Bracci, de David Hockney, habla con retrato de Giovanna Dele Albizzi Tornabuoni, de Domenico Ghirlandaio.
Hay temas de los que nunca se habla, temas tabú que están pasando por nuestro lado, pero a los que queremos dar la espalda.
Uno de ellos es la muerte.
Todos vivimos la vida como si la muerte no existiera, hasta que una enfermedad o el dolor por la pérdida de una persona querida nos hacen abrir los ojos a una realidad difícil de digerir.
No somos inmortales, estamos aquí de paso.
Por eso necesitamos encontrar un sentido a nuestro paso por este mundo.
Todos, tanto quienes son religiosos como los ateos o agnósticos, y el arte es muchas veces sinónimo de ese intento de trascendencia, de esa huella que intentamos dejar para cuando no estemos.
Para hablar de la visión actual sobre la muerte, contamos con Alejandro González Jiménez Peña, filósofo y autor del ensayo El arte de vivir la muerte.
El mundo occidental ha enterrado la muerte.
Hoy se destaca el carácter olvidadizo de las personas, que injustamente sepulta la finitud humana más a menudo de lo que merece.
Y cada vez más se evidencia esa suerte de damnatio memoriae que hoy soporta de una sociedad en soberbecía.
Una sociedad que tiene remedios para el dolor físico, pero no para el dolor existencial.
Una sociedad que resulta ser, al fin y al cabo, la sociedad de la supervivencia.
Un mundo que, en lugar de vivir, ansía sobrevivir.
Cuando la muerte se presencia en medios de masa, las redes sociales, periódicos, etc., pone nerviosa a la gente.
Lo vimos, lo vivimos con la pandemia de 2020, sin ir más lejos.
La muerte emergió del olvido, del silencio, en el que se encontraba e irrumpió en nuestro día a día como el relámpago que antecede al trueno.
Se produjo, por así decirlo, un brusco estancamiento de ese proceso enmascarado, me gusta decirlo así, que tiene por meta la asecia de nuestra propia finitud.
Y es curioso lo espléndidamente bien que la sociedad aprende a olvidar, ¿verdad? La presencia del olvido, ¿qué comporta? sería mi pregunta.
En relación con la muerte, la comodidad de la vida cotidiana, capaz de camuflar los dolores de nuestra existencia.
Justamente, las comodidades que la sociedad del presente nos ofrece, con la vida humana reducida teóricamente de peligros, han ablandado la interés de las personas ante su propia desaparición, su propio desaparecer.
Y nos han hecho más delicados de cara al óvito.
Por esa razón, precisamente, tenemos que atrevernos a pensar, siempre, siempre pensar.
Es un atrevimiento necesario.
Y porque pensar implica pensar la muerte.
De lo contrario, dijo Bill Chungham, una sociedad que pretende prescindir de la muerte, se convierte en una sociedad mortal.
Una sociedad que descuida la muerte, que la encubre, que la higieniza en exceso, que la engulle y en el estómago se indigesta, que incluso la banaliza, es una sociedad que vive muerta.
Una vida humana soporíferamente mortal.
En el arte encontramos expresiones de homenaje a los difuntos, de duelo o incluso retratos de inmortalidad.
Y hoy contamos con dos muestras de ello.
Dos obras que nos ayudarán a ahondar en el significado de la muerte y el duelo en dos épocas diferentes.
Hablamos con los protagonistas de En memoria de Chequera.