

Description of El pastor de hormigas
—Dios no juzga, no premia ni castiga. Tampoco es el titiritero de tu vida —me dijo mi papá cuando le conté que el padre Onésimo explicó que Dios nos castigaría con un rayo cegador si no nos hincábamos a rezar a la imagen de la paloma blanca.
Mi papá me sacó al jardín. Sentados bajo un árbol, me puso a observar una fila de hormigas.
—Ellas te ven, pero no saben lo que eres. A nosotros nos pasa lo mismo, vemos el cosmos y no sabemos qué es.
Fue así como observar esas hormigas fue mi obsesión. Me sentía un dios para ellas, pero no pude evitar involucrarme: si una de ellas se salía de la fila, le creaba un camino de azúcar para que regresara por el buen camino. Si llevaban una carga muy pesada a cuestas, la levantaba para acercarlas al hormiguero. Comencé a enseñarles trucos sin que se dieran cuenta: cómo cruzar riachuelos con hojas de árboles o aventurarse a caminos que llevaban a tierras fértiles.
Aprendieron a crear herramientas, a encender fuego y estructurar un lenguaje. El salto radical fue la manipulación del acero para crear pequeñas máquinas. Me sorprendieron cuando viajaron a la azotea de la casa en diminutas naves, pero ya no se satisfacían con lo básico: se volvieron ambiciosas. Así, fueron multiplicándose en el hormiguero que devastó el césped, tanto que una mañana desperté con mi cama envuelta en hormigas que me picaban. Su hambre era incontenible. Salí para sacudírmelas y con una manguera inundé el jardín con agua, las ahogué lentamente como castigo a su insolencia, aunque mi papá me regañó por la destrucción del jardín.
Al medio día encontré un pequeño hormiguero, algunas se habían salvado. Y aunque sus predecesoras me desilusionaron, voy a intentarlo otra vez. No cometeré los mismos errores como pastor de hormigas. Comenzaré mañana, hoy las nubes de lluvia se ven muy negras.
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El pastor de hormigas de fernando sánchez clero dios no juzga no premian y castiga tampoco es el titiriteros de tu vida me dijo mi papá cuando le conté que el padre one simo explicó que dios nos castigaría con un rayo secador sino los hinchas vamos a rezar la imagen de la paloma blanca mi papá me sacó al jardín sentados bajo un árbol me puso a observar una fila de hormigas ellas te ven pero no saben lo que eres a nosotros nos pasa lo mismo vemos el cosmos y no sabemos que es fue así como observar esas hormigas fue mi obsesión me sentía un dios para ellas pero no pude evitar involucrarme si una de ellas se salía de la fila le creaba un camino de azúcar para que regresara por el buen camino si llevaban una carga muy pesada cuestas la levantaba para acercar la al hormiguero convence enseña arles trucos y que se dieran cuenta como cruza riachuelos con hojas de árboles o aventurarse a caminos que llevaban a tierras fértiles aprendieron a crear herramientas a encender fuego y estructurar un lenguaje el salto radical fue la manipulación del acero para crear pequeñas máquinas me sorprendieron cuando viajaron a la azotea de la casa en diminutas naves pero ya no se satisfacía con lo básico se volvieron ambiciosas así fueron multiplicando en el hormiguero que devastó el césped tanto que una mañana desperté con mi cama envuelta en hormigas que me pican su hambre era incontenible salí para sacudir me las y con una manguera y del jardín con agua las auc lentamente como castigo a su insolencia aunque mi papá me regaño por la destrucción del jardín al mediodía encontré un pequeño hormiguero algunas se habían salvado y aunque sus predecesor hazme mes ilusionaron voy a intentarlo otra vez no cometer los mismos errores como pastor de hormigas comenzaré mañana hoy las nubes de lluvia se ven muy negras
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