Pedro Roberto Piña Valdés: una esperanza renovada para la salud visual en Sancti Spíritus

Eso es un gen familiar. Mi papá era muy creativo. Siempre estaba inventando, siempre estaba haciendo algo. Parece que ese bichito se me coló.

Se ha pasado mucho, las buenas y las malas, y nos hemos mantenido ahí firmes, a pie del cañón.

Pedro Roberto Piña Valdez, licenciado en prótesis estomatológica, ha dejado una huella imborrable en la historia del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos de Santa Espíritus, donde, con talento y determinación, confecciona prótesis facial de ojo, nariz y oreja para pacientes oncológicos. Yo me gradué en el año 83, fui a cumplir misión internacional en Angola, en el año de 83 hasta el 85, y comienzo a trabajar en el año 1986, en el laboratorio de prótesis dental que existía en Sobral, en la calle Sobral, al lado de la tienda La Habana, donde hoy hay una farmacia. Y ahí estuve trabajando por cinco años, aproximadamente, hasta que me llaman a hacer una prestación de servicio aquí en el hospital. Y me gustó trabajar aquí, solicité quedarme a trabajar y me aceptaron. Desde el año 89 yo estoy en este hospital.

Pedro demuestra que la experiencia y la pasión por ayudar al prójimo no conocen barreras, especialmente si se es cubano. Es una satisfacción muy grande saber que estás haciendo algo por la humanidad, saber que estás ayudando a personas que, en este caso, la mayoría son personas mayores, que es muy difícil transportarse y dirigirse a otra provincia a recibir el tratamiento.

¿Qué edad tiene usted? Tengo 62 años. No he pensado en la jubilación todavía. ¿Por qué? Porque me siento útil todavía a la sociedad y, además, el trabajo que hago me llena de regocijo, porque es un trabajo ayudando a discapacitados, personas que les faltan un ojo, por diferentes causas, pueden ser oncológicas, pueden ser traumáticas, un ojo, la nariz, una oreja, que son operados el paladar. Ese trabajo que realizo me llena de regocijo.

La creación de estas prótesis implica superar numerosos obstáculos, entre ellos las limitaciones impuestas por un bloqueo que dificulta la importación de equipos e insumos médicos.

Lo más difícil es la situación que presentamos con diferentes medicamentos, productos, que hay ocasiones que hay que apliar con lo poquito que tenemos y seguir adelante.

Yo, hoy por hoy, soy el especialista principal del servicio de prótesis bucomarciliofascial aquí en SantiEspíritu, que hay seis centros solo en Cuba. Es una red nacional y SantiEspíritu se ha mantenido por más de 20 años en esa red y vamos a seguir guardándola.

El compromiso de cubanos como Pedro Roberto Piña Valdés, licenciado en prótesis estomatológica, representa una esperanza renovada para la salud visual en SantiEspíritu. Su aporte, fruto del ingenio y la resiliencia, se traduce en un impacto directo en la calidad de vida de miles de pacientes.