PepeYanki#1642: La decisión de los Pittsburgh Steelers

Esto es Pepe Diario.

Pepe Yankee.

Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a martes 22 de abril del año 2025.

Os hablo desde el barrio de Arguelles, en Madrid, en España.

Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1642 de la sección de deporte norteamericano de Pepe Diario.

¿Sabéis el equipo que quizás más me intrigue de toda la primera ronda del Draft de la NFL? Que comienza, o que se celebra la primera ronda el jueves, luego segunda y tercera ronda el viernes, y cuarta, quinta, sexta y séptima ronda el sábado.

Yo diría que los Pittsburgh Steelers.

Y por un motivo que tiene que ver tanto con esa ronda del Draft como por una de las historias que llevamos con ella en el fondo de la cabeza y que lleva sin resolverse desde el principio de la Agencia Libre.

Probablemente desde antes de que comenzase la Agencia Libre, que es el asunto Aaron Rodgers.

Y el asunto de que los Pittsburgh Steelers, a estas alturas de la película, y estamos ya en abril, no tienen quarterback, no tienen plan B y no tienen nada pensado.

Mason Rudolph no es un jugador para pensar que tienen un titular ni nada que se le parezca.

Además, un equipo que ha sido ambicioso en esta posición en los últimos tiempos.

Los Pittsburgh Steelers, por norma general, llevan muchísimos años, décadas, actuando de una manera muy concreta y esa concreta manera es no perder la cabeza, no volverse nerviosos, no hacer decisiones que quieran mejorar el equipo de un año para otro a costa de perder la perspectiva y la gran mirada, no cambian de general manager, no cambian de entrenador, no cambian de dirección, aunque el equipo a veces es contendiente.

Hablo de la última gran época con Mike Toleno al frente.

No solo de los últimos años, sino desde el principio de los tiempos, desde que fue nombrado entrenador, desde que suplió a Cauger.

Ya con Cauger era así el equipo.

Hay años que estás para ser contendiente al anillo y otros años que no y entonces eres un equipo medio del 50% de victorias y derrotas, nunca un equipo en reconstrucción, nunca un equipo que se abandona y se cae.

Pero eso lleva ya demasiado tiempo convirtiéndose en una franquicia que roza lo irrelevante.

Cuando llegan los play-offs, sí, se clasifican, pero son siempre una perita en dulce, siempre uno de los equipos que en las primeras rondas quieren todos los rivales.

En su propia división, durísima división, han pasado los Cincinnati Bengals y los Baltimore Ravens por delante de ellos en no pocas ocasiones, en no pocas temporadas.

Los Bengals han jugado una Super Bowl, los Ravens se consideran de manera casi unánime y los resultados ahí están, como el gran equipo a batir de esa división.

Ellos siempre bien, siempre haciendo las cosas como deben, como base, como suelo, se han puesto a la altura competitiva de ellos, pero nunca por encima.

Y hace ya un par de años que parece que decidieron, dentro de esa franquicia, que todo muy bien a la hora de evaluar talento y todo muy bien a la hora de construir defensas o de encontrar grandes receptores en varias de las rondas del draft que tengan y de evolucionar la manera en la que tienen de trabajar con la línea y del juego de carrera, todo lo que tú quieras.

Pero que en la posición de quarterback necesitan un cambio.

Necesitan evaluarse a sí mismos cómo hacen esto y si pueden seguir esperando a acertar en mitad de primera ronda o a acertar con algún veterano.

Las últimas veces que lo han hecho así han sido un fracaso colosal.

Kenny Pickett ha sido una elección horrenda de primera ronda, Russell Wilson ha sido una elección...

Bueno, no sé si horrenda, pero desde luego no una buena elección de veterano para ser quarterback y, por lo tanto, están con esa muy seria duda no solo de quién es su quarterback de futuro, sino cómo se elige su quarterback de futuro.

Dónde ponen el acento y dónde ponen el esfuerzo para que la posición más importante del campo y del juego esté resuelta para años venideros.

Cuando nos presentábamos allá por febrero y era ya muy obvio, antes de febrero, pero bueno, era muy obvio que Aaron Rodgers no iba a seguir en los New York Jets, Aaron Rodgers se convirtió en el favorito para ir a Pittsburgh.

De hecho, se hicieron desde las dos partes, desde la parte de Aaron Rodgers y desde la franquicia, desde el equipo, todos los esfuerzos para al menos ver si se podía llegar a ese acuerdo.

No se llegó, hubo reunión en las instalaciones de los Steelers, hubo muchas horas...