Piensa Poco, Scrollea Mucho: El Capitalismo Límbico Nos Tiene

Muy buenos días humano, miércoles 19, ay ya hoy, soy Alberto Flopi y de nuevo vamos a hablar de cosas que cada vez nos entran menos en la cabeza. La IA se cansa, se viene abajo y tiene principios de Alzheimer, mientras los humanos estamos perdiendo capacidad cerebral. Conoceremos un concepto nuevo para nosotros, el capitalismo límbico y hablaremos de personajes como Mira Murati, Pablo Picasso, Holman y Max. Vamos al tema. La revista médica DB&J plantea la posibilidad de que los LLM y los chatbots muestren signos de deterioro de las capacidades cognitivas con la edad, como un simple mortal.

Es verdad que los mismos autores reconocen que no es concluyente y gran parte de la comunidad científica se les ha echado encima, que están humanizando a la IA, que utilizan un método MOCA que está diseñado para evaluar el Alzheimer o la demencia en humanos, pero es que las pruebas matemáticas y de razonamiento o memoria que les hacen a los modelos también son las mismas que para los humanos.

Otro estudio, este en la Universidad de Texas en Austin, ha creado un punto de referencia de la IA usando acertijos, pues resulta que los modelos de razonamiento, como O1 de OpenAI y R1 de DeepSea, a veces se dan por vencidos y responden cualquier cosa para salir del paso, pero no parece una alucinación, porque saben que lo que dicen no es verdad. Incluso el chino te dice me rindo y seguidamente una respuesta al tuntún.

Aquí ya no nos sorprende nada. La IA se frustra, envejece y puede perder la memoria. Al final tienen nuestras virtudes y ¿alguien duda que también nuestros defectos? ¿Qué pasaría si coges a 830 personas en terapia de pareja para ver quién es mejor consejero, el humano o la IA? En PLOS Mental Health querían saber si la IA recibiría calificaciones más favorables o sería el terapeuta humano.

Supongo que imaginas la respuesta. En principio solo la mitad de las personas acertaron que era una IA la que les trataba. Estaban distribuidos aleatoriamente entre humanos y hipitis. Entre esas personas, los que lo pillaron, los resultados son muy similares, pero lo mejor de todo es en el grupo que no acertó quién les trataba.

Las respuestas generadas por IA recibieron las calificaciones más altas, de los que pensaban que era un terapeuta humano. Y las peores calificaciones fueron para los terapeutas humanos, cuando los pacientes pensaban que era una IA. Pero vamos, que en general GPT fue el mejor terapeuta, igual que también es ya el mejor programador. Pero luego resulta que les estamos humanizando. Cuidado, que esto es la bomba. Ya no son premios Nobel retirados, universidades o ex trabajadores de OpenAI los que avisan. Parece que la industria tecnológica está tomando la idea del CEO de GPT. Avisa que así nunca te dirán nada.

Cúbrete las espaldas. Un equipo de investigadores de Microsoft ha intentado evaluar el efecto de las IA generativas en el pensamiento crítico. Y tampoco te lo vas a creer. Cuanto más creían los participantes en la IA, menos pensamiento crítico mostraban. Ya nos lo dijo Osford. Nuestro cerebro se está pudriendo, pero nosotros no tenemos problema y cada vez vamos a tener menos. Pensar está sobrevalorado. Cuando le puedes preguntar a una IA que sabe todo.