Pingüinos Vainilla #22: DISCO ELYSIUM [3/4]: RESERVAS estratégicas de S*MEN

Buenas noches y bienvenidos a Pingüinos Vainilla, episodio 24, tal vez 25.

¿Qué tal estás hoy con nosotros, Victoria? Pues bueno, hemos tenido un pequeño descansito entre el anterior episodio y este y ahora pues seguimos a la carga.

Nos habíamos quedado hablando del segundo día, que ya es cuando hablamos con los Hardy Boys y tienes que convencerlos de que te cuentan la verdad sobre nuestra querida vecina Miss Orange, que como ya hemos dicho varias veces es el momento horror cósmico de tengo que hablar con esta señora de vuelta y el primer día le dije de follar.

De follonear, dilo bien.

Eso si fallas, porque si aciertas le dices de follar.

Sí, pero yo le dije de follonear, ¿eh? Por favor.

Yo también, la primera vez. La segunda no.

La segunda ha salido bien, entiendo. Me parece muy guay.

El juego al final logra mucho ese efecto, ¿no? De jaja, es la primera vez porque llevas un minuto de juego, pero luego ver el peso real, digamos, de las tonterías que has ido haciendo, ¿no? Y de cómo esto te afecta a posteriori.

Esta conversación es algo de lo que tú y yo hemos hablado.

Porque tus personalidades no van del todo bien aquí.

Sí.

Class G te la lía. Y excepto que pilles una tirada súper específica de drama, te la cuelgan. Y te voy a decir, a mí me la coló.

A mí también.

Ya, pero el problema es que yo, de algún modo, no sé cómo, desbloqué la tirada de, oye, me la estás liando, sin que hubiera pasado nada.

Y te digo en serio, fue súper raro.

Es creo que el único momento de todo Discolism que me dio una sensación de algo acaba de pasar dentro de la cabeza de Harry.

Que el juego ha pensado que lo he visto y no, y me está dando una opción de diálogo que no me debería estar dando.

O sea, te refieres a la opción de me estás engañando, ¿no? Sí.

Claro, yo tenía esta opción, pero en general sí tenía que ver, porque yo sí estudié la posibilidad de arrestarla en el momento, por ejemplo.

Hablé con Kim y tal, y luego al final fue como no, no, eso es ser muy cabrón, no la arresto y tal, y la dejé ahí existiendo.

Pero claro, yo pensé que en mi caso me salió por eso, ¿sabes? Es que yo me acuerdo que me salió y justo tú le das y empiezan a hablar en plan sí, sí, es que es lo que decíamos, lo que sospechábamos.

Y no sé, me dio como una sensación rara.

Sí, como de que el juego se ha saltado algo.

No había continuidad ahí.

Claro.

Y lo busqué y sí que vi que había una tirada pasiva de drama, no me acuerdo, creo, que era como el puente entre ambas que yo no había visto.

Vale, vale, vale.

O sea, que numéricamente tu partida llega a una conclusión, pero que tú no habías visto lo que había en el camino y claro, se te hace una cosa muy extraña.

A mí no me pasó eso.

A mí fue ese y también con lo de las firmas de Ebra, que también hubo un momento un poco raro ahí, pero del resto, bien.

Yo creo que no tuve ninguna sensación así durante el juego, diría, igual ahora me equivoco, pero en general no recuerdo nada así tan llamativo.

Me gusta mucho Miss Orange como personaje, a pesar de que no sea capaz de decir su nombre en voz alta.

O sea, Class G, no sé si se llama Class C, Class G, pero bueno, no sé.

Yo creo que podremos soportar decirlo mal, pero bueno.

La vecina.

Decías que te la lía y que no funcionan bien las personalidades.

Explica esto, porque yo por ejemplo jugándolo no me di cuenta.

Tus personalidades siempre están haciendo una lectura del resto de la gente y tus personalidades, está claro que electroquímica nunca te va a dar una puta buena idea.

Sí, es verdad.

Pero en cambio, sí que hay algunas personalidades a las que aprendes a fiarte.

A mí, si Empatía me decía, esta persona está realmente preocupada, es como, esta persona está realmente preocupada, porque Empatía me lo ha dicho.

Si Lógica me decía, esto va bien, yo me fiaba, porque Lógica me lo ha dicho.

Y todo el rato tus personalidades están en plan, sí, sí, Class G está diciéndote la verdad, no sé qué.

Y si consigues hacer esa tirada, de repente hay una que te dice, oye, tú eres consciente de que todos estos demás idiotas se la están tragando, ¿no? Y tú, ¿de qué hablas? Sí, sí, sí, sí, que te están mintiendo.

Y no sé por qué.

Y todas tus personalidades empiezan a hablar entre ellas, rollo, no, no, ¿qué dices? Misorach, no, nos la liaría, joder, no, no, no.

Bueno, por si acaso, pregúntale.

Sí, es verdad, es verdad, es verdad.

Y te digo más, me salió de casualidad, me parece la hostia, ¿qué sucede si llegas a esa conversación y eres gilipollas profundo y no tienes ninguna habilidad, ninguna pasiva? Cuéntame.

Básicamente, está pensado.

Porque empieza el diálogo de, bueno, tus personalidades son gilipollas.

Oye, espera un momento, ¿estoy yo solo? Porque no te está ayudando nadie.

Vale.

Y hay como un diálogo autoparódico de, oye, pero ¿cómo es posible que ninguna de tus otras personalidades esté aportando nada? Es que, es que, ¿qué clase de ser humano eres? No sé si...