El plan de Sánchez para sobrevivir

En libertad, con Jano García.

El número 3 de María Jesús Montero a cambio de anular multas de hacienda.

Que sí, que sí, que vale, hemos robado, pero no querrán ustedes que llegue a la ultraderecha.

Te robamos, pero somos de progreso.

Y ya está.

Y gracias por los apoyos, los ánimos, y que no estás solo.

Es el resumen.

También, desde luego, hay una noticia que es muy importante.

Porque claro, Sánchez aquí, yo soy partidario de que se quede hasta el final, de que salga toda la porquería que tiene almacenada la PSOE, que Sánchez no es el jefe, es zapatero, que salga también todo en relación a José Bono, Pepiño Blanco, etcétera, etcétera.

Pero, evidentemente, él no se va a quedar de brazos cruzados.

Esto es innegable.

Pues hoy conocemos, que ya lo comentamos aquí hace varias semanas, que los jueces han convocado tres días de huelga y una gran concentración el próximo 28 de junio, a las 12 y media, en frente del Tribunal Supremo, contra la ley Bolaños, que la ley Bolaños, lo ha explicado Lupe en numerosas ocasiones, el resumen es, la UCO depende de la Fiscalía, es decir, de Sánchez, y luego también los jueces, pues que van a tener otra vía de acceso, es decir, que las va a escoger Bolaños.

Por lo tanto, Sánchez.

Claro, ese es su objetivo para blindarse.

Su supervivencia pasa por acabar con la independencia judicial.

No tiene otra alternativa.

Luego está la cuestión del suplicatorio, la cuestión política...

Bueno, es que ni siquiera su supervivencia es esa.

Claro, estamos hablando de un tipo, como es el caso de Pedro Sánchez, que es una persona que no está bien de la cabeza.

Ayer se tomaba mucho esa broma cuando decía, bueno, es que son las 5 y yo todavía no he comido.

Dicían, pero ¿cómo dice eso? Bueno, si uno lo analiza, en realidad lo que demuestra es una persona que le da igual exactamente a todos los demás, excepto él.

Ya lo vimos cuando pasó la riada en Valencia.

Yo estoy bien.

Oye, que hay cientos de muertos, ya, bueno, oye, yo estoy bien.

Un psicópata, un tarado, eso se suma a, pues bueno, a este componente mafioso.

Claro, como digo, no se va a quedar de brazos cruzados.

En la intervención que hizo Pedro Sánchez ayer en los medios de comunicación, aparte de definirse a sí mismo como el capitán, el capitán de un barco, que va a la deriva y va a ser maravilloso ver cómo se estampa, pues fíjense la cantidad de veces que decía yo mi-mi-me conmigo.

En la sede de mi partido, mi organización, mi organización, que yo dirijo mi investidura, mi socio de gobierno, mi deber como capitán, si me permiten, en mi organización, mi partido, mi país, en mi organización, de mi organización, a mí, una foto mía, en mi, a mí, yo, yo estoy sufriendo, yo estoy sufriendo, yo, yo soy muy consciente, yo tuve el honor, yo, yo, yo en primera persona, pues yo el primero.

Son las cinco, no he comido.

Bueno, pues este es el personaje.

Claro, aquí hay, a mi modo de ver, dos cuestiones.

Una, que es, oye, pues hay que quitárselo de encima cuanto antes, porque si este es un tarado, va a llegar hasta el final, no sabemos de lo que es capaz de hacer.

Pues sí, fingirá un atentado, como hacía Kissinger con la pistolita esa de agua, se inventarán noticias falsas.

Dentro de nada, seguro que saldrá algo en relación del Partido Popular o de Vox para decir, mía, somos todos igual de ladrones.

Seguramente lo harán.

Pero todo eso es lo de menos, porque aquí lo que se trata es de que se haga justicia.

Pero para que se haga justicia, se necesita una justicia que sea justa.