PLANETA LABERINTO. Cuida de Ángela. Entrevista a Iván Pineros - IVART

La Red Marciana presenta Planeta Laberinto. Bienvenidos a una nueva entrega de Planeta Laberinto, el podcast de La Red Marciana y el Grupo Planeta, donde destacamos algunas de las historias más interesantes llegadas a las estanterías desde sus dos sellos, Ediciones Binotauro y Planeta Comic. Hoy os presentaremos una historia muy especial de manos de un artista muy especial, ¿verdad, Dioga Estelara? Pues sí, estamos muy emocionados de tener con nosotros a nuestro invitado especial de hoy, porque además de que es un creativo que nos ha dejado embobados con su estilo, también pues nos ha traído un tema muy emocional y que seguramente algunos habrán soltado lágrima, pero de felicidad también puede ser. Lágrima de la buena. Así es y quién mejor para hablarnos de ello que el propio Iván Piñeros. Iván, bienvenido a Planeta Laberinto. Hola, hola, gracias, gracias por traerme.

Bueno, vamos a empezar por la sinopsis, Iván, que es lo primero, lo fundamental. ¿Qué historia van a encontrar los lectores bajo el título de tu primera novela gráfica, Cuida de Ángela? Pues yo diría, a ver, no se puede negar que está centrado en el alzheimer, es como el tronco de la novela, pero he intentado contar una historia desde el punto de vista de alguien que está padeciendo el alzheimer y cómo todo su entorno se enfrenta a eso que está ocurriendo, pero he intentado que no sea como una historia triste, una historia en la que todo el rato estés pasándolo mal porque al final estás tratando un tema que no es alegre, no dices que alegría esto que voy a leer, pero claro, tampoco quería que fuese como un asesinato emocional para todo el mundo que lo vaya a leer, entonces quise enfocarlo un poco más como contarte la vida de la persona que lo está padeciendo, que en este caso es Ángela, y pues hacer como un viaje por toda su vida, un viaje por sus recuerdos y ver un poco pues en estas fases finales, cuando ya es adulta, cuando ya es una abuelilla, cómo le está afectando. Y sobre todo también no caer muchas veces cuando se habla de estos temas, puede rozarse, incluso caerse de forma inevitable en la pornografía sentimental y eso es algo que tú en ningún momento haces en esta historia.

Claro, claro, es que tampoco quería, no quería que se centrase como en las partes tristes, porque te quiero decir, esas ya cualquiera podemos hacer una búsqueda rápida y verlo, y ver qué es lo triste, qué es lo malo, qué es todo eso, podemos verlo. Entonces yo quería un poco centrarme pues también en las partes buenas y también en esta novela estoy contando una historia personal, porque al final es la historia de mis abuelos, entonces estoy contando las partes que yo vi o cómo yo viví esas cosas y tampoco quería como meterme en todo el drama.

Pues sí, como nos estás contando, que es algo muy muy muy personal, has abierto tu corazón, lo estás haciendo incluso desde las experiencias propias de esta chica llamada Ángela, que a la vez va a hacer la historia de tu abuela. Pero bueno, como artista gráfico yo sé que tiene que ser muy difícil traducir al lenguaje visual y narrativo todos tus recuerdos, emociones, todos tus sentimientos. ¿Cómo ha sido? O sea, ¿cuál fue tu principal desafío para hacerlo? Una novela gráfica que casi es como un diario, un diario de vida.

A ver, realmente me resultó muy difícil todo, pero porque yo creo que soy como un ejemplo un poco extraño, en este mundo sobre todo, porque la novela gráfica y el cómic es algo que nunca me ha interesado, o sea, a nivel lector sí, he leído novelas, tengo cómics y tal, pero a nivel creador nunca he tenido ningún tipo de interés en hacer cómic ni en hacer novela.

De hecho es algo que siempre me ha echado para atrás bastante, o sea, es un mundo que me impone muchísimo y en el que nunca he entrado para nada. O sea, no soy el típico niño que se presentaba a los concursos de escritura del colegio ni nada así, yo soy el típico que suspendía lengua todos los años y repetía y suspendía lengua otra vez.

Entonces claro, hacer una novela y contar una historia es algo como que ya de primeras yo nunca me había planteado. Coincidió, yo creo que por eso esta historia que he hecho es algo personal, porque al final no he tenido como que inventar tanto, me tenía que basar un poco en la experiencia que yo he vivido, pero sí que era una historia que se me quedó bastante como inquistada y sí quería contarla, era como que durante muchos años la he arrastrado y no sabía cómo deshacerme de ella, entre comillas.

Entonces al final dije, a ver, si yo lo que hago es dibujar, me dedico a dibujar, me paso el día entero dibujando y muchas de las cosas que hago me liberan de cierta manera, pues vi como lo más lógico intentar contar esta historia en forma de cómic, aún teniendo mucho miedo por toda la parte escrita, porque como te digo es algo que yo no controlo para nada, ni considero que controle, entonces sí que fue un proceso bastante como sentirme un poco que me había colado ahí de alguna manera, que no sabía yo muy bien por qué estaba haciendo eso.

Pero ha sido una catarsis también, ha sido casi un ejercicio de sanación, se podría decir, ¿no? Sí, sí, sí, es que por eso quise hacerla, porque era algo que no sabía cómo desprenderme del sentimiento que tenía yo con esta historia, entonces al final se la he echado a todo el mundo. ¿Y cómo acaba esta historia tuya tan personal en una novela gráfica? Y aquí no me refiero al proceso creativo, por eso te vamos a preguntar luego.