“A las gentes de mis pueblos que me enseñaron a ser rico de corazón”
j. híades
Los terratenientes ricos no tienen problemas, los que sí la tienen y
muy severa, son los campesinos sin tierras que trabajan para estos ricos.
Ahora debiéramos preguntarnos, que ante esta situación de injustas desigualdad…
¿Qué función suple un Organismo Público como es el Fondo
Internacional para el Desarrollo Agrícola?; pues si es para asistir al terrateniente
rico, bien puede quedarse en sus despachos o sencillamente
desaparecer. Si es para ayudar al agricultor, ¿a qué está esperando para
conseguir el derecho a un trozo de tierra, para aquellas familias campesinas,
que carecen de tierra alguna?
Consecuentemente, el problema de la pobreza en el mundo, no es una
cuestión de comprender ni estimar ni calcular; el problema de la pobreza
es una cuestión de atajar con soluciones prácticas.
Si solo producimos para suplir las necesidades, significa, que las riquezas
comunes, se encontrarán muchos más igualitariamente repartidos,
y por otro lado, las riquezas individuales, disminuirán, porque no
habrá falta de acumulación innecesaria. La acumulación de riquezas individuales,
es algo escandaloso, que debe ser extirpado de las costumbres
de esos pocos que así lo han impuesto, porque va en detrimento del
bienestar y de las necesidades de los demás que por diferentes e injustos
motivos, carecen de lo más fundamental.
Por parte del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el
resto de Bancos Públicos Internacionales flaco favor vienen haciendo a la
gestión de regulación y desarrollo económico en las sociedades del mundo,
cuando se han orientado en especial a favorecer las macroeconomías
de esos ricos.
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-en el ruego de que lo divulguen-Gracias-...sabiendo, como lamentable muestran los hechos, de cómo vivimos una especial bonanza de que los ricos son más ricos y, por otro lado, han sido empujados hacia una tenebrosa espiral a los pobres, para que sean aún más dependientes y pobres. La aplicación de crecimiento económico no viene dando los resultados que se estimaban obtener, entre otras razones, porque parten desde posturas capitalistas de países ricos; sus ‘estudios’ quedan relegados a unos determinantes de sus propias expansiones económicas y de mercado; jamás se han llevado a la práctica esas propuestas de crecimiento igualitario, jamás. Aquí no estamos hablando, de que unas naciones están más desarrolladas gracias a que pueden competir con otras también desarrolladas. Aquí estamos viendo, como esas naciones desarrolladas, lo son y están, porque se suministran de las riquezas que poseen los verdaderos ricos, que actualmente son los países empobrecidos. De hecho, que la pobreza del clima, la teórica escasez de recursos, la vienen provocando en primer orden esos países con sociedades enriquecidas; es decir, no es fruto de un mayor nivel de crecimiento de población mundial, como intentan aseverar otros llamados expertos. Nuestro Planeta, por fortuna, posee la capacidad de producir suficiente como para mantener a ocho y diez humanidades como la que pueblan actualmente la Tierra; pero claro, no usando la industria tan contaminante y agresiva que se viene empleando, y sabiendo distribuir por igualdad, las riquezas en tal balanza, donde las familias puedan trabajar y acceder a la tierra, por propio derecho de hacerse del sustento diario que les corresponde por ley de vida. El reparto de tierras actual es delictivo y abusivo en cuanto a su severa desigualdad, por tanto, entra dentro del desorden de la corrupción. Y esa escandalosa desigualdad, aplicada y consentida por propios gobiernos, es lo que impone que las sociedades de unos países se enriquezcan a base de oprimir a otros muchos, para que sean empobrecidos; y eso, igualmente, algo que daña, es incorrecto, porque entra dentro del desorden de lo corrupto. ¿Somos honrados en nuestros comportamientos de aplicación para buscar una corriente veraz de igualdad?