El río Urumea nace en Ezkurra, provincia de Navarra, con el nombre de Río Ollín, entre bosques de pendientes moderadas. Desde su nacimiento hasta su desembocadura, en San Sebastián, recorre más de 45 kilómetros salvando un desnivel de 700 metros.
Pero si algo distingue a este popular río, son los “oficios” que han prosperado en torno a él a lo largo de la historia. Entre ellos, destacan los areneros y los ferrones. Éstos últimos instalaron sus ferrerías durante siglos en la cuenca del Urumea y fueron de una importancia trascendental tanto desde el punto de vista económico como social. Situadas a la vera del río, las ferrerías se valían de la fuerza hidráulica de sus aguas, el carbón vegetal y el mineral de hierro. Estas mini-fábricas eran atendidas por 5 o 6 ferrones que trabajaban a turnos, día y noche, sin descanso mientras se dispusiera de materiales.
Comments