Corazón Txuri Urdin

El equipo campeón de los años 80 era un equipo que la Real forjó desde la cantera, desde el Sanse, pero uno de sus integrantes sí tuvo la ocasión de jugar contra el filial txuri urdin en sus años de juventud. Fue Roberto López Ufarte, quien con la camiseta del Real Unión jugó los dos partidos contra el Sanse de la temporada 1974-75 y fue muy importante en ambos, sobre todo en el segundo, el disputado en Atotxa, en el que los irundarras ganaron 0-4, con un gol y una asistencia de un Pequeño Diablo que ya arrancó las primeras ovaciones a quien después fue su público durante tantos años.

Entre Jagoba Arraste y David Moyes, hay un entrenador que dirigió un único partido a la Real Sociedad. Mientras se concretaba el fichaje del escocés, el club confió el equipo a Asier Santana, con Imanol Alguacil como su segundo, para dirigir a los jugadores ante el Atlético de Madrid. Y la Real ganó aquel día, haciendo de Santana, del efímero Santana, el único entrenador de la historia del club txuri urdin que cuenta sus partidos por victorias, aunque solamente se sentara en el banquillo en uno.

No es frecuente que un equipo esté más de una decena de partidos invictos al comenzar una temporada, pero la 1982-83 deparó nada menos que tres durante once jornadas. La Real Sociedad, por supuesto, fue uno de ellos, aunque casi siempre estuvo lejos del liderato de la clasificación en la temporada que siguió a sus dos títulos consecutivos. El Real Madrid sí llegó a esa posición de privilegio. Y el tercero en discordia, el Sporting, fue siempre el más alejado de la cabeza por los muchos empates que selló. Once jornadas mantuvieron ese duelo, hasta que fueron cayendo uno a uno.

El fútbol es un deporte que da muchas vueltas y que ofrece oportunidades que a veces nunca vuelven. La historia de Antoine Griezmann es bien conocida. Aprovechando lesiones y ausencias, el francés debutó en la pretemporada de 2009 en el primer equipo, sin haber pasado por el Sanse, de la mano de Martín Lasarte. Pero la historia de Antoine pudo ser la del futbolista al que Lasarte habría llamado para aquel encuentro, Bingen Erdozia. Sin embargo, se lesionó antes de aquel amistoso contra el Anaitasuna y no pudo llegar a jugar nunca con los mayores.

A pesar de que Paco Bienzobas fue el primer jugador en convertirse en el máximo goleador de la Liga, en la temporada inaugural del torneo, la 1928-29, poco se recuerda que fue la Real Sociedad el equipo que más tantos anotó en ese torneo. El equipo txuri urdin no solo fue el máximo goleador de una Liga que nunca tuvo opciones reales de ganar, sino que también Atotxa fue el campo en el que más goles se vieron. Aquella primera fue una Liga de muchos goles en los partidos de los realistas.

Joseba Etxeberria escribió su nombre en los libros de la historia de la Real Sociedad como el goleador más joven tanto del primer equipo como del Sanse. Afortunadamente, después de su traicionera marcha al Athletic de Bilbao cuando más ilusión había puesto la afición txuri urdin en él, esos dos récords acabaron batiéndose. El del filial se lo arrebató Oskitz Estefanía y el del primer equipo Ander Barrenetxea.

Juan José Sorarrain fue un portero al que se le escapó la oportunidad de debutar en la Real. No lo tenía fácil, compartía portería con dos extraordinarios guardametas, Juan Bagur e Ignacio Eizaguirre, por lo que el entrenador txuri urdin, José Ignacio Urbieta no llegó a darle la alternativa en la única temporada en la que estuvo en el equipo, aunque se sentó una veintena de veces en el banquillo. Pero es que ni siquiera pudo jugar en Atotxa cuando lo visitó con el Jaén o el Sporting. La única vez que jugó contra la Real fue con el equipo andaluz, pero siendo local, no en Donostia.

El gol más tardío de la Real en la historia de la Liga, y en el momento en el que se consiguió el más tardío también de toda la historia de la competición, fue el que marcó Mikel Oyarzabal de penalti en la jornada inaugural de la temporada 2019-20, en Mestalla y contra el Valencia. Cuando el balón entró en la portería che, el cronómetro marcaba 100 minutos y 13 segundos,. Fue la última acción del partido y sirvió para empatar.

Arconada, Celayeta, Kortabarria, Górriz, Olaizola, Periko Alonso, Diego, Idígoras, Zamora, Satrústegui y López Ufarte. Todos nos sabemos de carrerilla el once que hizo campeona a la Real en Gijón, en aquella última jornada de la temporada 1980-81. ¿Pero qué hay del resto de los jugadores de la plantilla? Este es un repaso de todos los jugadores que fueron campeones sin haber jugado aquel partido decisivo para la historia de la Real Sociedad.

El nombre de Lippo Hertzka puede no sonar a muchos aficionados realistas, pero fue el primer entrenador profesional y extranjero que tuvo la Real Sociedad. En su haber, un Campeonato de Gipuzkoa para el club, pero sobre todo el hecho de que organizó las dos primeras giras europeas del equipo, una forma de preparación que en aquel momento ningún equipo hacía en Euskadi ni en España. Tras su paso por la Real, se marchó al Athletic y otros clubs como el Real Madrid, donde conquistó la primera Liga del equipo. Y su legado, escoger a Benito Díaz como su sustituto.

El arbitraje de Calvo Córdova en el Real Sociedad - Sporting de la temporada 1985-86 fue protestado en Atotxa, pero ese no fue el motivo por el que el trabajo del trencilla pasó a la historia. En realidad, fue porque el colegiado se vio envuelto en una curiosa anécdota cuando donó las 15.000 pesetas que cobró por aquel encuentro para los damnificados del terremoto en Colombia y en la retransmisión televisiva se dijo que habían sido diez millones, lo que provocó hasta la llamada del embajador colombiano para darle las gracias.

El equipo ascensor, así se conoció a la Real en los años 30 y 40 porque, en esa época, acumuló cuatro descensos a Segunda y otros cuatro regresos a Primera División... ¡y eso que la competición estuvo tres años parada por la Guerra Civil! Esa condición acabó en la temporada 1948-49, con un ascenso logrado en un partido de lo más peculiar: contra el filial del Valencia, el Mestalla, en un escenario distinto del habitual porque el primer equipo jugaba en casa a la misma hora y con el respaldo de los aficionados del Levante, pues se jugó en su campo.

José Luis Orbegozo dejó la Presidencia de la Real Sociedad en 1983. Cogió un equipo recién ascendido a Primera División, consolidó al club en la élite y bajo su mando se lograron hazañas como las primeras clasificaciones europeas y, por supuesto, los dos títulos de Liga. Cuando llegó el momento de la despedida, Atotxa estuvo a la altura y le brindó un adiós muy emotivo con la entrega de la insignia de oro y brillantes del club en un derbi ante el Athletic que, eso sí, se saldó con derrota.

Pocos jugadores pueden presumir de haber sido los autores de un gol que valiera un ascenso, pero muchos menos pueden decirlo si además ese encuentro supone su debut con el equipo. Eso es lo que le sucedió a Jesús Arambarri en el decisivo partido de Puertollano ante el Calvo Sotelo que supuso el regreso de la Real Sociedad a Primera División en la temporada 1966-67, que jugó con el Sanse en su mayor parte, pero finalizó con el primer equipo. Esta es la historia de ese gol y de su protagonista.

En el primer partido de la pretemporada 1980-81, Luis Miguel Heras sufrió una grave lesión, la diagnosticada, que hizo que no llegara a jugar un solo minuto en todo el curso. Alberto Ormaetxea le había colocado en ese primer once de la preparación junto a buena parte del once que nos sabemos de carrerilla, el que ganó el título en Gijón. ¿Habría sido Heras parte importante de aquel equipo de no haberse producido esa lesión? Quién sabe, pero el jugador, en todo caso, formó parte de esa plantilla y es campeón como el que más.

Pajares Paz expulsó a John Toshack en el Real Sociedad - Osasuna de la temporada 1991-92, disputado en Atotxa. Según dijo a los medios después y en el acta del encuentro, por graves insultos. Pero, afortunadamente, la retransmisión en directo del partido hizo que una cámara registrara todo el incidente y probara como falsa la acusación del colegiado. El Comité de Apelación acabó retirando al galés la injusta sanción de tres partidos que le había impuesto el Comité de Competición.

La lesión de rodilla que sufrió Arconada en la primera jornada de la temporada 1985-86 fue la peor de su carrera, pero no le tuvo todo el curso en blanco. Su reaparición se produjo al final de esa misma campaña, en las dos eliminatorias de Copa de la Liga que jugó el equipo txuri urdin. Su regreso, además, en un derbi. Aquella competición, que estaba celebrando su última edición, permitió que el gran guardameta realista pudiera coger minutos y, así, volver a ser el titular indiscutible hasta su retirada.

Carlos Vela es uno de los jugadores extranjeros más importantes que ha tenido la Real Sociedad y su despedida corrió el riesgo de ser descafeinada. En el verano de 2017 se acordó su traspaso al fútbol americano, con destino Los Angeles, pero fue un fichaje en diferido. El mexicano permanecería en la Real hasta finales del año y esos meses que se quedó en Donostia fueron los peores de su estancia en el club, sin marcar ningún gol y con un papel decreciente en el equipo. Pero su despedida sí estuvo a la altura. Vela dijo adiós a la Real ante el Sevilla, en el último partido del año, y lo hizo con victoria y marcando un gol desde el banquillo, en un Anoeta iluminado por las 'velas' que todos los aficionados llevaban en sus teléfonos móviles.

El campeonato gipuzkoano cambió en la temporada 1921-22 para establecer una clasificación por categorías. En la principal militaban Real Unión y Real Sociedad, y al lograr los irundarras el triunfo en el duelo ante los donostiarras, el equipo txuri urdin tuvo que jugar una promoción para mantenerse en esa posición de privilegio. Así, se jugó una eliminatoria a doble partido contra el también donostiarra Esperanza. Como cada equipo ganó uno de los dos partidos, ambos celebrados en Atotxa aunque con diferente equipo local, hubo que recurrir a un partido de desempate, por supuesto con el mismo escenario, y ahí la Real certificó su superioridad.

Un jugador tan poco habitual como Gajate fue el autor del gol que sirvió para que la Real Sociedad lograra el campeonato de invierno de la temporada 1979-80, la de la imbatibilidad, en un partido que el equipo txuri urdin empató in extremis en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid y en el que, en realidad, no mereció puntuar. ¿La suerte del campeón? No fue así, pero este simbólico galardón sí se logró con el tanto del central realista.