Elena

La semana anterior debía ir a tomar un café con Andrés el es mi mejor amigo desde la escuela, pero no fue posible asistir a la cita le llame a disculparme y le conté que sentía mucho dolor en la cara que aumentaba cada vez mas, y que por la noche fue muy intenso el dolor, no sabía que pieza me duele, solo que no podía dormir de tanto dolor, me había tomado tres analgésicos pero no me calmó el dolor que amanecí dando vueltas por mi casa, Andrés dijo que no me preocupara por la cita y que mejor me acompañaba a que me revise mi odontólogo, cuando el doctor me examinó me hizo varias preguntas de que si sentía dolor al frío o al calor, me golpeo con su espejo en las muelas y me preguntaba si hay dolor yo la verdad no sientía ningún dolor en ninguna muela solo se que ya no aguantaba el dolor.

Luego de que terminó de examinarme mi odontologo me indicó que me van hacer una endodoncia y la verdad eso me da miedo
Andrés me contó que a él le hicieron una vez una endodoncia y que ese procedimiento no fue difícil que solo le pusieron una tela de caucho y no supo más eso le dio mucha seguridad ademas que se sintió cómodo y ya no tubo mas dolor.

El procedimiento fue largo se demoró más de una hora y me introducía en la muela unas limas me dijo que a eso se llama instrumentación mi doctor siempre regresaba a ver un aparato que parecía una pequeña televisión me dijo que se llamaba localizador apical, que servía para medir la longitud de la raíz dentro del hueso, eso me sorprendió mucho; a cada lima que metía en mi muela, la medía en una regla pequeña, la longitud que le indicó el localizador apical, y seguido de limar lavaba con hipoclorito de sodio, me comentó que había retirado la parte vital del diente que estaba infectada y era lo que me provocó tanto dolor y que ahora le tocaba obturar que no era otra cosa que sellar todo el espacio que quedó luego de instrumentar y conformar el conducto.

Regrese a casa completamente aliviado y descance toda la tarde.