Podcast de Hamlet Dickens

Disertación sobre la muerte: Voy a jugar un juego: Imagino que hoy muero. Se me acabo el tiempo aquí, en el minuto 2 estoy camino hacia no sé dónde, tal vez hacia ningún lugar, hacia la nada. En ese último instante repaso la vida que acabo de vivir, la experiencia humana que tuve durante 49 años. La veo como un reciente recuerdo. Ahora tengo una conciencia más clara para saber lo que hice bien y lo que hice mal, y sobre todo lo que debí hacer y no lo hice. Por qué no lo hice?

http://hamletyyo.blogspot.com.co/ Para exaltar la grandeza de Alvaro Mutis, que mejor que citar un párrafo de un Prólogo que Escribió Gabriel Garcia Márquez para su libro: La Mansión de Araucaima y otros relatos, Dijo Gabo:…” ha sido el primer lector de mis originales. Sus juicios son tan crudos, pero también tan razonados, que por lo menos tres cuentos míos murieron en el cajón de la basura porque él tenía razón contra ellos. Yo mismo no podría decir qué tanto hay de él en casi todos mis libros, pero hay mucho.” Para mi antología de atardeceres traigo uno muy urbano del libro: Ilona llega con la lluvia. De la saga: Maqroll el Gaviero. Los grillos iniciaban su orquestada gritería y las luces de neón se encendían con la vulgar estridencia de colores que uniforman todas las noches de todas las ciudades de la Tierra.

http://hamletyyo.blogspot.com.co/ Yo no recuerdo cual fue la primera película que vi sobre Drácula, la última fue la de Gary Shore titulada en español como “Drácula, la leyenda jamás contada” del 2014. Ha habido mucho cine al respecto, Sin embargo nada supera la belleza narrativa de su fuente, de su original. La obra completa de Bram Stoker está compuesta por diarios inuciosamente escritos. Para esta antología de atardeceres tomo del librio 1: El diario de Jonathan Harker: La descripción de su viaje a Transilvania. "Más alla de las verdes e hinchadas lomas de la Tierra Media se levantaban imponentes colinas de bosques que llegaban hasta las elevadas cumbres de los Cárpatos. Se levantaban a la izquierda y a la derecha de nosotros, con el sol de la tarde cayendo plenamente sobre ellas y haciendo relucir los gloriosos colores de esta bella cordillera, azul profundo y morado en las sombras de los picos, verde y marrón donde la hierba y las piedras se mezclaban, y una infinita perspectiva de rocas dentadas y puntiagudos riscos, hasta que ellos mismos se perdían en la distancia, donde las cumbres nevadas se alzaban grandiosamente."

http://hamletyyo.blogspot.com.co/ Hay una mejor forma de conocer un país, una época que tomando los libros de historia. Esa a través de la literatura. La Rusia zarista, siglo del siglo 19 es retratada en sus diferentes contextos por dos grandes: Dostoyesky y Tolstoi. Del libro Ana karenina de Leon Tolstoi tomo para mi antología, este apacible atardecer que evoca seguramente la Rusia rural de la infancia del autor… "Y ya en la Krasnaya Gorka se disipó la niebla por la tarde, las grandes nubes se deshicieron en nubecillas en forma de vellones blancos, el tiempo se aclaró y llegó la auténtica primavera." Copyright de la musica: Ecossaise in E-flat de Kevin MacLeod está sujeta a una licencia de Creative Commons Attribution (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/) Fuente: http://incompetech.com/music/royalty-free/?keywords=ecossaise&Search=Search Artista: http://incompetech.com/

http://hamletyyo.blogspot.com.co/ Martin Fierro es de esos personajes, que como Ulises, Hamlet o El quijote trascienden la grandeza de su autor y de su tiempo. Aunque Martin fierro fue creado mucho tiempo antes por el también Argentino Jose Hernandez, Borges lo recrea en su obra literaria. De su cuento: El fin, de su libro Ficciones tomo esta mágica narrativa que sin lugar a duda es una muestra magistral del estilo Borgiano: "Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música... Desde su catre, Recabarren vio el fin. Una embestida y el negro reculó, perdió pie, amagó un hachazo a la cara y se tendió en una puñalada profunda, que penetró en el vientre. Después vino otra que el pulpero no alcanzó a precisar y Fierro no se levantó. Inmóvil, el negro parecía vigilar su agonía laboriosa. Limpió el facón ensangrentado en el pasto y volvió a las casas con lentitud, sin mirar para atrás. Cumplida su tarea de justiciero, ahora era nadie. Mejor dicho era el otro: no tenía destino sobre la tierra y había matado a un hombre.

http://hamletyyo.blogspot.com.co/ Del alucinante mundo visto por los ojos de un hombre que a los ojos del mundo es un loco, traigo este fragmento con el que Dostoyeski, con la autoridad de quien ha vivido y conoce hasta donde llega la decadencia del espíritu humano. Expresa a través de su personaje: Raskorlnikof de su libro: Crimen y castigo. -¿Le gustan las canciones callejeras? - preguntó de súbito Raskolnikof a un transeúnte de cierta edad que había escuchado a los músicos ambulantes y tenía aspecto de paseante desocupado. El desconocido le miró con un gesto de asombro. -A mí - continuó Raskolnikof, que parecía hablar de cualquier cosa menos de canciones - me gusta oír cantar al son del órgano en un atardecer otoñal, frío, sombrío y húmedo, húmedo sobre todo; uno de esos atardeceres en que todos los transeúntes tienen el rostro verdoso y triste, y especialmente cuando cae una nieve aguda y vertical que el viento no desvía. ¿Comprende? A través de la nieve se percibe la luz de los faroles de gas... -No sé..., no sé... Perdone - balbuceó el paseante, tan alarmado por las extrañas palabras de Raskolnikof como por su aspecto. Y se apresuró a pasar a la otra acera.

http://hamletyyo.blogspot.com.co/ El atardecer es tal vez el momento en que la naturaleza más manifiesta su encanto. Esa mágica transición entre el día y la noche, entre la luz del sol y la luna: es sin lugar a duda una fuente de inspiración para cualquier persona en un instante de contemplación. Muchos poetas y escritores que han tratado de retratar con prosa o verso este fantástico momento que cada día podemos contemplar. He aquí una antología de atardeceres, que escritores de cualquier parte de la tierra nos han compartido en sus obras literarias. Hay magia en las palabras.