El profeta Muhammad (P)

Unas de las cosas que más se recomienda para honrar la memoria del Profeta del islam (la paz y las bendiciones sean con él y su familia) en su cumpleaños, es el ziarat, que significa visita. Pero esta palabra también hace referencia a las salutaciones que podemos leer o recitar al Profeta y a los imames de Ahlulbait (la paz sea con ellos) o a cualquier creyente, al visitarlos en sus tumbas o a distancia.

Tenemos en el Corán aleyas que demuestran que celebrar y honrar al Profeta (la paz y las bendiciones sean con él y su familia) de diferentes maneras no solo es halal o lícito, sino que es una obligación para los musulmanes. Dice el Sagrado Corán: aquellos que siguen al Mensajero, el profeta que es iletrado, aquellos que encontraran, que están registrados ya se los ha mencionados en la Tora y en el evangelio, les ordena lo bueno y les prohíbe lo malo. Esto significa que nunca se prohíbe de manera arbitraria, sino que las reglas de Dios responden a los beneficios y perjuicios para la humanidad. 

En el islam no es tan fácil afirmar que algo es halal (lícito) o haram (ilícito). Sobre estas materias religiosas no se puede improvisar; no podemos simplemente rotular las cosas bajo esas denominaciones de acuerdo con nuestros criterios, de forma arbitraria, según nos parezca. Todo responde a una serie de principios, una serie de usul. De hecho, los sabios estudian diferentes tipos de usul: usul aqaiid, que corresponde a los principios de las creencias; y usul fiqh, los principios de la jurisprudencia.

Es motivo de felicidad y júbilo esta nueva conmemoración del nacimiento de quien fue enviado como misericordia para el universo, de aquel que dijo: ciertamente que fui enviado para completar las más bellas virtudes. Se trata del Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones sean con él y su familia), quien tuvo los suficientes méritos como para que el mismo Dios le dijera: tienes un carácter magnífico, una constitución magnífica.