
Radiombligo
Radiombligo, la estación que está contigo
Para contarte el cuento
que el sapo le contó al jumento…
Y que al conejo, de tan perplejo
le crecieron las orejas al momento
Y para que sepas lo que pasó con Ernestina, una señora gallina que
empolló limones, y salieron sus pollitos muy agrios y enojones.
Qué alegría verte perdido en laberintos de idiomas raros y distintos.
Qué gusto confundirte con voces de pueblitos nuevos y canciones viejas.
Si te atrapa la tristeza, te agobia el desencanto,
te doblega la pereza o te amarga el llanto,
desde el Cerro del Rebote, granito de elote,
estamos también con vos, granito de arroz.
Nos gusta velar por tus derechos…
Y atender a tus izquierdos.
Nos gusta con voz despacito platicar… Aunque a veces nos da también
por rezumbar.
Todo esto es un poco Radiombligo, la estación que esta contigo
Radiombligo, la estación que está contigo
Para contarte el cuento
que el sapo le contó al jumento…
Y que al conejo, de tan perplejo
le crecieron las orejas al momento
Y para que sepas lo que pasó con Ernestina, una señora gallina que
empolló limones, y salieron sus pollitos muy agrios y enojones.
Qué alegría verte perdido en laberintos de idiomas raros y distintos.
Qué gusto confundirte con voces de pueblitos nuevos y canciones viejas.
Si te atrapa la tristeza, te agobia el desencanto,
te doblega la pereza o te amarga el llanto,
desde el Cerro del Rebote, granito de elote,
estamos también con vos, granito de arroz.
Nos gusta velar por tus derechos…
Y atender a tus izquierdos.
Nos gusta con voz despacito platicar… Aunque a veces nos da también
por rezumbar.
Todo esto es un poco Radiombligo, la estación que esta contigo