
La Tertulia de las Comadres
¿Dónde se han resuelto a lo largo de los tiempos los problemas que afectaban a las mujeres de las comunidades?
¿En qué lugares se juntaban los afectos, ternuras y complicidades entre niñas y adultas mayores?
¿Dónde elaboraban los planes de futuro para resistir viviendo, para vivir resistiendo nuestras ancestras?
Está claro que no fue en Cortes, Parlamentos ni los espacios que representaban el poder hegemónico.
De ellas eran las cocinas, las casas comunales de las adolescentes, las veredas de los ríos, los patios y las puertas de las casas.
Suyos hicieron los senderos hasta los pozos, los lugares para el rezo, las entradas y salidas de la escuela.
Muchos de ellos impuestos, pero (re)apropiados para una construcción colectiva de vidas mejores desde la palabra.
Por eso iniciamos este viaje radiofónico, porque poner en valor la tierna calma de la conversa entre mujeres con su potencia creadora y destructora es imprescindible en todos los espacios públicos necesarios.
No queremos esconder voces, opiniones, desconsuelos ni alegrías. Queremos que habiten las ondas en formato de tertulia. Porque fueron, somos; porque hablaron, hablamos entre comadres.
¿Dónde se han resuelto a lo largo de los tiempos los problemas que afectaban a las mujeres de las comunidades?
¿En qué lugares se juntaban los afectos, ternuras y complicidades entre niñas y adultas mayores?
¿Dónde elaboraban los planes de futuro para resistir viviendo, para vivir resistiendo nuestras ancestras?
Está claro que no fue en Cortes, Parlamentos ni los espacios que representaban el poder hegemónico.
De ellas eran las cocinas, las casas comunales de las adolescentes, las veredas de los ríos, los patios y las puertas de las casas.
Suyos hicieron los senderos hasta los pozos, los lugares para el rezo, las entradas y salidas de la escuela.
Muchos de ellos impuestos, pero (re)apropiados para una construcción colectiva de vidas mejores desde la palabra.
Por eso iniciamos este viaje radiofónico, porque poner en valor la tierna calma de la conversa entre mujeres con su potencia creadora y destructora es imprescindible en todos los espacios públicos necesarios.
No queremos esconder voces, opiniones, desconsuelos ni alegrías. Queremos que habiten las ondas en formato de tertulia. Porque fueron, somos; porque hablaron, hablamos entre comadres.