¿Por Qué No Se Cumplió Esa Profecía Sobre Mi Vida? - Angy Betancur

¿Cuántos de ustedes aquí están apuntados a las casas de paz? A ver, sí, para mí las casas de paz han sido de gran bendición.

Desde el momento en el que empezamos Dios me dijo, tú las vas a ayudar, tú las vas a levantar, pero ellas te van a ayudar y te van a levantar a ti.

Y para mí estos años, que creo que ya vamos a ser dos años, o ya hicimos dos años, no estoy segura, han sido un tiempo en el que ellas realmente me han levantado, y me han enseñado.

El otro día yo les decía, yo creo que he aprendido yo más de ustedes que ustedes de mí.

Entonces un día estábamos en la casa de paz e hicimos una pequeña actividad que era decirnos cosas positivas, porque muchas veces nos cuesta creer más, nos cuesta creer lo que Dios dice de nosotras, o lo bueno que somos nosotros, y nos es más fácil creer todas las maldiciones o todo lo malo que dice Satanás que nosotros somos.

Entonces yo les dije, vamos a decirnos cosas buenas, vamos a decirnos todo lo bueno que Dios dice de nosotros.

Y estuvimos ahí diciendo unas cosas buenas, y una de ellas me dice, me dijo muchas cosas, pero entre todo lo que me dijo una me caló.

Me dijo, es que para mí tú eres sabia como AXA.

Y yo, ¿quién es AXA? ¿Y por qué es sabia? ¿Y por qué yo me parezco a ella? Entonces me puse a investigar quién era AXA.

Y esa es la palabra que yo te vengo a traer a ti.

Yo te quiero animar con, o sea, empecé diciéndolo de las casas de paz, a pesar de que no tiene nada que ver con lo que voy a compartir, te lo digo porque quiero animarte a que te apuntes a una casa de paz.

Porque es un lugar donde tú puedes impartir, pero puedes también ser impartido.

Puedes recibir una palabra de Dios de cualquiera de las personas que estén ahí, como me pasó a mí.

Una de ellas me habló y me dio una perla sin ella saberlo, yo creo.

Amén, dame un aplauso a él, Espíritu Santo.

Bueno, pues estamos en la época en la que Moisés ya había muerto, ya Josué estaba liderando al pueblo de Israel y resulta que Dios le dice a Josué que quiere que le entregue, que le dé parte del territorio de la tribu de Judá a Caleb.

Así que Josué va y le da parte del territorio que era Hebrón.

Le da Hebrón y esta era tierra de gigantes.

Entonces Caleb tenía que ir y conquistar Hebrón.

Y aquí realmente da para otra prédica, porque cuando Dios te da una promesa, te da una palabra, te da un territorio, a ti te corresponde ir a conquistarlo, como tenía que hacerlo Caleb.

Caleb le regalaron estas tierras, le dieron estas tierras, eran por herencia, pero él tenía que ir a tomarlas.

Pero de esto no voy a hablar.

Entonces yo quiero que vayas conmigo a Josué 15, del 16 al 19, lo voy a leer, en la Reina Valera, lo voy a leer.

Y dice, y dijo Caleb, al que atacaré a Kiriat Zepher, que era una de las tierras que él tenía que tomar.

Dice, y lo tomaré, y lo tomaré, yo le daré a mi hija Axa por mujer.

Y la tomó Toniel, hijo de Senaz, hermano de Caleb.

Y él le dijo a su hija Axa, y él le dio a su hija Axa por mujer.

Y aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiese a su padre tierras para labrar.

Ella entonces se bajó del asno y Caleb le dijo, ¿qué tienes? Y ella respondió, concédeme un don, puesto que me has dado la tierra de Negev.

Quiero que te quedes con esta palabra, tierra de Negev.

Dame también fuentes de aguas.

Entonces le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.

Esta es una historia que a lo mejor yo la habré leído muchas veces y nunca me había parado a profundizar en ella, hasta que esta persona de la Casa de Paz me la dijo.

Y yo empecé a profundizar.

Y resulta que el sobrino de Toniel, toma las tierras, Caleb le da a su hija, ellos dos se casan, y dice la historia que Caleb le da como regalo de bodas a su hija Aksa las tierras de Negev.

Y resulta que las tierras de Negev eran un desierto.

De hecho, la palabra Negev significa seco.

Le estaba dando tierras áridas.

Y por eso Toniel le dice, que la persuade para que vaya y le diga a su padre que le dé otras tierras, ¿de qué sirve un desierto? Que ellos necesitan tierras donde puedan labrar, donde puedan cultivar, donde puedan alimentarse no solamente ellos, sino también los animales.

¿Cómo iban a sobrevivir si les estaban dando como herencia, como regalo de boda, un desierto? Entonces, lo que hace Aksa, en lugar de ir a acercarse a su padre y decirle, pa, ¿por qué me has hecho esto? ¿Cómo es posible que tú a mí me estés dando un desierto? ¿Cómo voy a sobrevivir si en un desierto yo no puedo cultivar? ¿Yo no puedo sobrevivir? No, Aksa no hizo esto.

Aksa, en lugar de ir a su padre a quejarse, ella le pidió que le dieran tierras.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?