PP a la caza de Vox (y de Sánchez) (CARNE CRUDA - A DIESTRA Y SINIESTRA #1551)

¿Va usted a poner la guillotina en la Puerta del Sol? Pues sí señor, la guillotina, la guillotina.

No voy a seguir toda mi vida escribiendo panfletos y desporticando contra los bombones.

Sí señor, la guillotina, la reina.

Zaz, guillotina, los chulos de la reina.

Zaz, guillotina, los chulos del rey.

Zaz, guillotina, los ministros.

Zaz, guillotina, los obispos que los rodean.

Guillotina, guillotina, guillotina, guillotina.

Todo guillotinado.

Sí señor, la guillotina.

¿Ha terminado usted? Sí señor.

Vamos a comer.

Feijó ya tiene al culpable de todos nuestros males. El mismo que Vox, que las ultraderechas del mundo y que el fascismo del siglo XX. Los migrantes. Este fin de semana presentó su proyecto sobre inmigración y para sorpresa de nadie fue a la caza de Abascal. Y de los migrantes. Repitió los dos mantras de Vox. Que la inmigración no da carta blanca para delinquir y que muchos inmigrantes vienen a pedir ayudas. Claro que sí, guapi. Te haces miles de kilómetros jugándote la vida para cobrar la paguita.

Feijó no solo miente, sino que se desmiente a sí mismo. Dice que el PP es el centro reformista mientras presenta reformas de ultraderecha. Dice que quiere una España abierta y acogedora mientras anuncia un visado por puntos para buenos inmigrantes en el que puntúan más las culturas que se nos parecen. Cuanto más te parezcas a nosotros, mejor. Cuanto más te parezcas a ellos, concretamente.

Racismo del bueno. Está a una declaración de decir que no vengan moros ni negros. También critica a Vox por querer echarlos a todos al mar. Pero anuncia que echará a los migrantes que cometan delitos graves o que reincidan, aunque sea en delitos leves. Para los migrantes castigo doble. Primero la condena, luego la expulsión. Pagar dos veces por un mismo delito y solo porque eres de fuera.

Muy constitucional, ¿no parece? El problema de Feijó para gobernar este país es que no conoce sus leyes. La ley de extranjería del año 2000 ya contempla la posibilidad de sustituir la prisión por la extradición en delitos no muy graves. El líder del PP, por no saber, no sabe si sube o si baja. Solo sabe que baja en las encuestas porque Vox sube y que Ayuso le pasa por encima. Y por eso él va donde ella, la verdadera líder de la derecha, le marque.

Luego ocurre Torre Pacheco y se preguntan de dónde viene. Del mismo sitio que las redadas de Trump, las cárceles para migrantes o la negación del genocidio en Gaza. De la extrema derecha supremacista y la derecha extremada y a veces una supuesta izquierda, como la socialdemocracia alemana o el laborismo británico, que la legitiman exactamente igual que hizo hace un siglo. Ahora se está repitiendo la misma paradoja de entonces.

Cuando la derecha se vuelve extrema por una crisis del capitalismo, la ideología se impone a la economía y los capitalistas van contra sus propios intereses. Si echas a la mano de obra migrante, la economía se hunde. Le recomiendo leer el último editorial del Financial Times, ese panfleto marxista, que dice que España es la única economía europea destacable en este momento precisamente por la aportación de mano de obra de la inmigración gracias a una política más liberal con los inmigrantes.

Lo que llaman problema resulta que es la solución. El problema van a ser quienes convierten la solución en un problema. En sus últimos conciertos la banda británica Idols dedica esta canción antifascista a Palestina, el caso más extremo de esta violencia racista. Quienes no condenan el genocidio en Gaza son los mismos que no condenan las cacerías de inmigrantes en España, sino que las jalean.

La letra de la canción es muy sencilla. Divide y conquista. Un ser querido cayó bajo las garras de la derecha que tiene el corazón yermo. Esto es Divide and Conquer, Idols.