PREDICACION DOMINGO 1 DE JUNIO 2025

Bien, ¿cuántos han venido esta mañana con el deseo de que Dios les hable a sus corazones? Estamos en el lugar donde Dios se ha preparado para hablarnos y tenemos que unir con ese corazón de que Dios nos va a hablar.

Vamos a buscar el libro de Jeremías, Jeremías capítulo 18, donde eso se ha leído, espero, muchas veces y vamos a repasarlo.

Jeremías 18, vamos a leer del 1 al 6.

El versículo 2, del 18 al 6, el versículo 2, tengo aquí apuntado que es la palabra, el versículo que Dios nos dio en el año 2010.

En el 2010 nos dio el versículo 2 y era el lema de ese año.

Y vamos a leer ahora también del 1 al 6, si eres tan amable y puedes, nos ponemos de pie para leer la palabra del Señor.

Leemos Jeremías capítulo 18, versículo 1 al 6, y el 2, puede que te acuerdes que fue el versículo donde Dios nos habló para el año 2010.

Bien, dice así la palabra del Señor en el libro de Jeremías capítulo 18.

Palabra de Jehová que vino a Jeremías diciendo, Levántate y vete a casa del alfarero y allí te haré oír mis palabras.

Y descendí a casa del alfarero y he aquí que él trabajaba sobre las ruedas y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

Entonces vino a mí palabra de Jehová diciendo, No podré yo hacer de vosotros como este alfarero o casa de Israel, dice Jehová.

He aquí como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, o casa de Israel.

Padre, te damos gracias por tu palabra.

Pedimos, Señor, que sea tu Espíritu Santo quien nos guía.

Señor, que sean tus palabras y no las mías, Señor, y que hablan nuestro entendimiento espiritual para saber qué quieres para nosotros en esta mañana con el pan que nos trae para nuestra alma, nuestro espíritu.

Señor, te damos gracias y todo te lo pedimos en el nombre de Jesús.

Amén.

Amén. Puedes tomar asiento.

Cuando leemos esta palabra, casi casi por sí misma se explica, pero quisiera ir desglosando un poquito para sacarle, si se puede, más jugo.

Dice el primer versículo, palabra de Jehová que vino a Jeremías diciendo.

¿Cuántas veces hemos leído, y siempre digo lo mismo, Dios hablando y Dios sigue hablando? Dios hablaba antes, hablaba hoy y seguirá hablando porque nuestro Dios es un Dios omnipresente y además es omnisciente, omnitodo, porque nuestro Señor es el todo.

Entonces, si Él hablaba antes, hoy también sigue hablando porque dice la palabra que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre.

Así que hoy también Dios habla y aquí vemos otro de los versículos donde Dios estaba hablando y donde tenemos que entender, por la repetición de las veces que lo dice, que Dios sigue hablando todavía, porque Dios, te repito, es el mismo ayer, hoy y siempre.

Y dice el segundo versículo, levántate y vete a la casa del alfarero.

¿Cuál es la casa del alfarero en este lugar? Ahí es donde estaban ellos, donde estaba el alfarero preparando su trabajo, su cosa y donde Dios prepara a sus hijos, enseña y moldea, en la iglesia.

Esta es la casa del alfarero.

Aquí es el lugar donde dice vete al lugar, a la casa del alfarero, vete al lugar de reunión, vete a donde Dios ha preparado para hablar, para estar con su pueblo, para decirle a su pueblo, para comunicarse con su pueblo.

Vete a la casa del alfarero, yo entiendo y quiero creer que es la iglesia, porque allí es donde Dios nos trata, aparte que puedes tener un trato personal con Dios, pero es donde Dios nos trata.