¡Vamos allá! Hoy es una jornada, como estamos diciendo, muy especial para el pueblo del Pinós.

Celebremos que hace unos días, dime que ha pasado, hace 199 años de un hecho muy importante.

La gente que residía en estas tierras comenzaba a vivir un tiempo distinto, a dirigir sus vidas sin depender de Munover, municipio del que hasta ese momento era en pedanía.

Esto no impidió que continuaran las buenas relaciones humanas entre el vecino de las dos poblaciones.

Es más, nunca han dejado de existir y creo que así ha de continuar siendo.

Ahora bien, hoy es una coincidencia que esta vez tenemos un derbi comarcal de fútbol con un Pinós-Munover.

Suerte para el mejor, pero si gana el equipo local tendremos un día real.

Aquel 12 de febrero de 1826 va a caer el domingo, por cierto.

Se va a celebrar una gran fiesta para conmemorar esa creación definitiva del ayuntamiento del Pinós con su alcalde al capdavante, que fue Bruno Blanes, quien le prestó parte de su casa para que fuera el ayuntamiento.

Una placa lo recuerda, la façana.

Se trataba de un anhelo muy esperado que había tenido muchas tentativas, como sabemos por la documentación que se guarda en el Archivo Municipal.

La primera parte de la Constitución de Cádiz de 1812, la Pepa, que va a quedar en res a la tornada del rey Ferranceté, dicen que esperada, y es que él va a decidir anular todas las decisiones presas en su ausencia.

Habría que esperar a otra ocasión y va a ser en 1820 en el denominatrio neoliberal.

Pero también va a acabar de la misma manera España sin Constitución y el Pinós sin independencia.

Finalmente, el espíritu de los emprendedores de Espinoceles y Pinoceles hizo que en 1826 obtuvieran por fin lo que deseaban, autogobernarse o tener alcalde y ayuntamiento como dice una de las canciones que escuchamos cada año en este día.

Por lo que sabemos, el documento firmado por el rey en Madrid justo un mes antes ya estaba así la noche del 12 de febrero.

De inmediato se organizó una gran celebración pública para anunciarlo a la ciudadanía y eso es precisamente lo que celebramos hoy así.

He de decir que a veces me pregunto qué habría pasado si aquel 1826 no se hubiera concluido la descolonización española de América con lo que eso significaría para los arcos del Estado.

Solo quedaron Cuba y Puerto Rico que acabarían independientes en 1898.

Esta situación económica adversa estoy seguro que ayudó mucho en la decisión real de conseguir el privilegio de villazgo al Pinós como también a muchas otras localidades de la resta del país.

Lo que quiero decir es que sin esas circunstancias tal vez se hubiera tardado un tiempo pero tenemos que reconocer que la decisión era inevitable.

Como no, también contribuyó el enorme esfuerzo que hizo el vecino del Pinós para conseguirlo.

Un esfuerzo en todos los sentidos y sobre todo económico para las familias.

El Pinós compró muy caro muy alto el precio que pagó para ser un pueblo independiente.

Pasados los años si es especial este día de conmemoración para el pueblo del Pinós imagina cómo lo está haciendo para mí.

Tendré la oportunidad de dirigir unas palabras en este pregó que no ha de ser sino una invitación a disfrutar de todo lo que se expone y se ofrece.

Gracias, alcalde, por confiar en mi persona.

Es una gran responsabilidad aunque nunca olvidaré el momento en que me dijiste mi nombre cuando inauguramos el Belén Municipal.

Lo recuerdo con una palabra asustador y la verdad es que ver quién se nega frente a tanta gente casi caiga a la tierra.

Mi cara lo dijo todo.

Como me han recogido las cámaras de Conecta 3 o mi compañera Elena en las fotografías.

Así estoy frente a tanta gente conocida familiares, amistades compañeros y compañeras de estudios que sé que están por ahí pero también a las personas que han venido a visitar el pueblo y participar en esta gran fiesta desde localidades como la Algarabía.