PRESENTA TU CUERPO EN SACRIFICIO VIVO

Vosotros lleváis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable al Eterno, que es vuestro culto racional.
Tres cosas deben de llevar ese sacrificio, vivo, santo y que lo reciba con agrado el Eterno.
Podemos caminar cinco años, seis, me sabe él, y cinco de los seis sentirnos que estamos, que nada nos detiene.
Cinco y medio, cinco años y diez meses, pero algo pasa, pum, y nos voltea para el ché.
La computadora que la compré directamente con la compañía, le dije lo que quería para todo lo que la uso,
me dice, a usted, me digo, no, escúchame bien, te voy a decir para qué y para qué la quiero.
Porque le dije, quiero una computadora con cuatro terabytes de memoria, treinta y dos gigabytes de memoria RAM,
y me dice, ¿para qué quiere eso usted? Ah, ¿querés que te explique para qué la quiero?
Ya le expliqué, oh, sí la necesito.
Hace un tiempo para acá se volvió loca, se congela, estoy trabajando, y ya a veces llevo ya todo escrito,
y nomás escribo, que así como lo estoy haciendo, así se oye.
Y ya cuando me pasa eso, digo, ay, señor, y cuando más trabajo tengo, cuando más cosas tengo que hacer,
la única manera de apagarlas es en el botón de encendido.
Se lo presiono, ahí estoy un rato hasta que se apaga por completo, volver a restaurarla,
y cuando la restauro a veces he perdido lo que ya había hecho.
Tres meses, no, ya son cuatro, desde enero, casi dos o tres veces por semana mínimo comunicándome con los técnicos.
Ya le cambiaron una cosa, ya le cambiaron la otra, ya le corrieron un diagnóstico, ya le corrieron otro,
ya me dijeron que haga esto, ya le hice todo lo que yo creo poder hacerle,
y sigue, que saca un fotógrafo para dar problemas.
Pero algo cambió en su sistema, y pum, se volvió loca.
Todo funciona de maravilla en nuestra vida, pero algo viene en nuestra vida.
Es ahí cuando sientes ganas de no seguir adelante.
Pero yo creo que hasta Antonio Aguilar cantaba bien cuando llegamos, ¿verdad que sí?
Ganas cualquiera cante bien, además de que ellos no tenían la lucha espiritual que teníamos nosotros
a la hora de exaltar al Rey de Gloria.
Pero sin ganas, no cualquiera canta, no cualquiera sigue adelante,
no cualquiera dice, tengo que continuar.
A cualquiera nos puede pasar que un día realmente ha pasado tanto en tu vida
que dices, no puedo ni levantar las manos hoy Señor, a cualquiera.
Y es comprensible, Moisés le ocurrió y tuvieron que ayudar a levantar las manos
porque ya no podía él.
Pero no es comprensible que nos quedemos mucho tiempo ahí, en esa situación.
Dice la Escritura, en el capítulo 25 de Mateo, entonces el Reino de los Cielos será,
no es será, semejante a diez vírgenes