Previa de una Semana Santa cultural

Sabina y Octavio en S-Radio, con Sabina Pons y Octavio Cortés.

Hola, buenas tardes a todos, bienvenidos a Sabina y Octavio, vuestro programa cultural cada semana los martes a las siete y media en S-Radio, 97.1 y 95.6.

Está lloviendo y yo veo, Sabina, que tú no te has mojado nada, cosa que admiro, porque yo me he mojado.

Bueno, pero es que yo he venido protegida con un anorak con capucha.

Hay que decir que yo he venido en coche y los semáforos se han roto, porque en Palma, cuando llueve, los semáforos se rompen.

¡Qué cosas! ¿Sí o no? Sí.

Estamos porque todos estamos por bueno.

Sí, sí, sí, lo aceptamos como...

Hemos mandado el hombre a la luna, hemos estudiado el electrón y las partículas subatómicas, pero un semáforo, que es un trozo de hierro con tres bombillas, caen cuatro gotas y...

Tecnológicamente estamos superados.

Es como...

El ayuntamiento de Palma ha alcanzado su tope.

Ya no puede más, es el ayuntamiento de Palma, ¿no? Y nada, pero bien, aparte mañana ya empieza, como ya sabes, el calorcito.

¿Mañana empieza el calor? Mañana ya está.

¡Oh! Ha sido la parte esta de la lluvia...

Bueno, por fin tenemos una primavera como Dios manda.

El repicar de lluvia de los cristales...

No, no, yo soy feliz.

Esto de que de repente chaparrón, al cabo de diez minutos sale el sol, al cabo de un cuarto de hora un poco de llovizna, luego se levanta viento...

Bueno...

¿Tú sabes que en Spotify hay playlists con lluvia? Hombre, claro, ¿qué te crees que utilizo cada noche para mi tínitus? No.

Que tú puedes poner las canciones que tú quieres con lluvia de fondo.

¡Venga! Sí, sí.

Entonces tú te vas, por ejemplo, a estas listas que tiene Spotify, que son como jazz, suave, piano de jazz suave, y tienes la variante de piano de jazz suave con lluvia.

Pero en la misma aplicación.

En la misma aplicación.

Y entonces tienes las canciones con la lluvia de fondo.

O sea que esto para ti...

¿Qué más se puede pedir? ¿Qué más se puede pedir? Hombre, yo que dejé de llover ya, a mí me gusta la lluvia, me gusta todo, pero yo ya quiero un poquito de calor y ya estoy cansado.

A mí me va bien, me va bien esta primavera.

Piensa que luego vienen veranos muy largos.

¿Ya has ido a la Feria del Ram? No, no he ido a la Feria del Ram.

Si está todo pasado por aguas y los feriantes están...

Hombre, están un poco deprimidos, ¿eh? Es verdad.

Desde que se ha inaugurado la Feria del Ram no han tenido un día bueno.

Yo quiero saludar a un par de personas, si me dejas.

Primero quiero saludar...

Fue, como sabes, no sé si esta semana, no sé qué día fue, el sábado o así, el Día de la Tierra.

No lo sabía.

Sí.

Apagaron las luces de la catedral y los ministros...

¡Oh, qué bueno! Pantomima full.

Fue muy bueno el vídeo que distribuyó Moncloa.

Que salían los ministros que cuando se iban del despacho apagaban la luz.

Como si fuera una proeza.

Porque nosotros, los que no somos de izquierdas, como es sabido, cuando nos vamos de casa...

Yo, por ejemplo, yo al salir de casa ¿qué hago? Enciendo la calefacción y abro las ventanas.

Yo también, pero dejo también el horno en marcha y el microondas.

Y las luces encendidas y la música puesta.

Totalmente, sí.

En cambio, ¿por qué? Porque no somos progresistas.

Porque no estamos por la agenda 2030.

Pero ellos apagan la luz del despacho al salir.

Todavía te diré más.

Cosa heroica, ¿eh? Todavía te diré más.

En el vídeo se ve claramente que apagan el ordenador.

¿También? No, muy fuerte.

¿Que le den el premio Nobel? Muy fuerte.

¿Que le den el premio Prensing? No, yo cuando vi esto dije ¡madre mía! ¿Cómo cuestiona esto mis hábitos? Sí.

Claro, porque yo dejo el grifo abierto.

Yo también.

Dejo la lucha con el agua caliente saliendo.

Sí, sí.

Todo lo que haga falta.

En cambio, los ministros no.

Los ministros apagan.

Aparte, era literalmente un ministro tras otro.

Porque salían como 108 ministros.

Sí.

Y entonces, ¿no veías? Que apagaban la luz y se iban por la puerta.

El siguiente ministro apagaba la luz y se iba por la puerta.

Y digo, esto es fantástico.

O sea, como campaña de concienciación.

La verdad es que sí.

Porque además te confronta mucho, ¿no? Te confronta mucho.

Te confronta, te hace reflexionar acerca de lo derrochador.