Primero lo Primero: Guillermo Oliveto, Especialista en consumo

Necesita una familia tipo para vivir, para darse determinados gustos, entre comillas, para retomar un sendero que quizás recorrieron, no sé, nuestros padres, con aspiraciones, con sueños, con el deseo de tener una casa propia.

¿Lo mantiene la clase media de hoy? Dice así un texto, y lo voy a mencionar antes de presentar a nuestro invitado.

Texto de Planeta de Libros.

La Argentina de las crisis cíclicas ha venido oscilando entre dos extremos, creer que el deterioro y la pobreza van a terminar con esa institución del bienestar llamada clase media, pero ante el primer atisbo de recuperación, volver a encender la ilusión.

Hoy la moneda está en el aire.

Yo quiero preguntarle a nuestro invitado, que es Guillermo Oliveto, fundador de la consultora W y especialista en consumo, que ha escrito y mucho sobre la clase media, si la moneda está hoy más que nunca en el aire.

Vamos camino a qué.

Guillermo, ¿cómo estás? Buen día, gracias por tu tiempo aquí en Millenium.

¿Qué tal, Eduardo? Buen día.

Buen día.

Bueno, sí.

Te diría que escribí clase media, mito, realidad, notar, que es el ensayo justamente porque la moneda está en el aire, y está en el aire con vientos cruzados.

Está en el aire donde ese gen histórico de la clase media argentina que viene de los años 60, de los 70, donde prácticamente la tres cuartas partes de la población era de clase media, lo que los argentinos hoy recuerdan como la clase media Mafalda, donde si hacían lo que tenían que hacer, el progreso estaba razonablemente asegurado, eso es estudiar, luego trabajar, trabajar de parte, tratar de progresar, y eso te llevaba al sueño primero de tener tu independencia, luego tu auto, y finalmente tener algún día tu departamento o tu casa, que para una sociedad de origen inmigrante es el gran leitmotiv para muchos de toda su vida, porque aparte eso se lega a la generación del subsidiente y así se hizo en la Argentina.

¿Por qué eso está en jaque o la moneda está con vientos cruzados? Bueno, porque si nosotros vemos lo que ha venido ocurriendo en aquella época que se constituyó esa identidad de clase media, 4% de la población era pobre. Hoy es, aún hoy, habiendo reducido ese nucho en el segundo semestre, sigue siendo 38% de la población y llegó a ser 53% de la población en el primer semestre, lo cual es un espanto para la Argentina. Entonces, todo eso no es gratis, todo eso rompe muchas estructuras, toca figuras muy sensibles, y hace que hoy la clase media baja se sienta de algún modo como cada vez más lejos de la media alta y cada vez más cerca de su gran temor que es caer en la pobreza.

Ahora, ser de clase media hoy o a partir de ahora, porque los tiempos cambian y no necesariamente tenemos que ser de clase media de la manera en la que fueron nuestros viejos, por ejemplo.

¿Cuáles son los sueños de las familias que aspiran a ser de clase media hoy? ¿Son los mismos o no? No, a ver, Eduardo, vamos a ponerlo ahí en estos términos.

Primero, la clase media sigue existiendo, por eso uno de...

Muchos dicen que existe más, sigue existiendo, por eso uno de los tres ejes del libre realidad. Representa el 43% de la población, eso se divide en dos grandes partes, la clase media alta, 17%.

Esa clase media alta sigue teniendo el sueño más válido, sigue en esa lógica, la lógica del esfuerzo, el mérito, el progreso y poder que los hijos vivan mejor que los padres.

¿Con qué nivel de ingresos sos clase media alta hoy en Argentina? Hoy sos clase media alta con 4 millones y medio de ingresos por familia por mes, al primer trimestre de este año.

Por supuesto el techo es 6 millones, estoy hablando de un promedio.

El problema es que cuando vamos a la clase media baja, que es el otro 26% que constituye la clase media, ahí ya es 2.100.000 el promedio.

Y si vas a un piso de 1.750.000, entonces ahí te encontrás una realidad muy diferente y además la clase media tiene un componente no solo real, sino también simbólico, por eso lo del mito.

En lo simbólico, muchos antes te decían sos clase media aún sin serlo, gente de clase baja que decía yo me siento de clase media, mientras que hoy los de clase media baja, por el contrario, dicen yo no soy más de clase media, ahora soy clase trabajadora, que es un significante de la clase obrera de manera histórica, o clase remadora, luchadora, o lo que es geólogo, clase pobreza intermitente.

Un mes somos pobre y otro mes somos clase media baja.