Prof. de la orientación: No es tan importante la decisión final, sino el proceso hasta esa decisión

Fenomenal, pues bienvenida otra vez Enar, es un lujo tenerte aquí otra vez para hablar de orientación profesional y en esta sesión queríamos poner un foco en algo muy importante dentro de la orientación académico-profesional que no se habla tanto, quizás no se le da la importancia que tiene y es el tema de las herramientas externas para evaluar a los estudiantes de cara a poder hacerles luego recomendaciones de estudios, de trabajos y demás. Y yo la primera pregunta que te quería hacer es, ¿por qué consideras tú que es importante tener un diagnóstico preciso y fiable antes de entrar ya luego en la fase de recomendar estudios y de recomendar trabajo? Tener antes este diagnóstico fiable.

Bueno, antes de nada, muchas gracias de nuevo por volver a invitarme. Es un placer estar con vosotros y colaborar en la difusión de la orientación profesional. Para nosotros, dentro de nuestro programa de acompañamiento es fundamental tener datos objetivos. Tradicionalmente la orientación se ha basado como en recomendaciones, en ofrecer información, pero si queremos dar unos pasos más hacia adelante, avanzar en eso que decimos la orientación avanzada, ¿verdad? Necesitamos también acompañarnos de herramientas externas y para nosotros tener datos objetivos es un instrumento muy valioso e imprescindible dentro del programa. Nos ayuda a sentar las bases de lo que queremos que sea el proceso de acompañamiento, de lo que queremos que sea una información muy valiosa tanto de cara al alumno como a la familia, como también inclusive minimizar apreciaciones que en ocasiones podemos hacer desde como educadores, apreciaciones a veces subjetivas, ¿no? Pues pienso, veo, en mis horas de clase con este alumno considero, bueno, pues a veces ese componente subjetivo no es siempre el más acertado, ¿no? Entonces, qué mejor manera que poder resolver esa situación subjetiva con unos datos absolutamente imparciales en el que no hay ningún sesgo por parte del profesional educativo, sino que es un dato claro, concreto, preciso del alumno.

Y esa fiabilidad, ¿cómo la obtenemos, no? Con estas herramientas, ¿cómo podemos llegar a tener pues esa confianza, no? Esa validez psicométrica en las pruebas que realizamos. Claro, parece que siempre en la orientación, en otras áreas de la orientación como dificultades de aprendizaje, necesidades educativas especiales, tenemos muy normalizado el empleo de herramientas. Sin embargo, en orientación profesional no contábamos con esas herramientas y ahora es un gran avance y una posibilidad que todo lo que tengamos sea un dato objetivo, psicométricamente validado, pero no con una finalidad diagnóstica desde el punto de vista de detectar algo y diagnosticar, sino con el punto de vista de acompañar.

Que esa información sirva para el alumno y para la familia, para sus siguientes pasos académicos y profesionales. Destacar sus puntos fuertes, destacar sus áreas de mejora y poder identificarlas de forma precisa. Y efectivamente, en ese objetivo que tú estás comentando ahora mismo, de tener estas evaluaciones con el objetivo de guiar profesionalmente o de orientar en los estudios, ¿qué dimensiones recomendarías tú evaluar en un estudiante de cara a esa orientación profesional? ¿Qué te parece que es importante tener? Antes hablabas de los datos, ¿qué datos, qué información te parece importante tener de cara a la orientación profesional? Nosotros nos acompañamos de unas herramientas como ofrece Singularity, pero creo que la batería que nos ofrece responde a todas las necesidades que tenemos de acompañamiento desde el punto de vista de unos datos objetivos, como veníamos diciendo antes.

Me parece que la parte de aptitudes cognitivas, no con una finalidad diagnóstica, pero sí con toda la validad psicométrica, ¿vale? Permite al alumno identificar cuáles son sus puntos fuertes. Pero si además, que hay una prueba que valoro mucho, que es la de personalidad, medimos en población adolescente sus rasgos de personalidad, en el que puedan destacar no sólo cuáles son tus aptitudes cognitivas, dónde destacas más, sino en qué tipo de áreas te vas a sentir mejor. En posiciones de liderazgo, en posiciones que no requieran tantos cambios, con una baja apertura al cambio, es decir, las profesiones requieren de determinados rasgos. Qué mejor que poder tener un espejo donde mirarte y decir, jo, pues si estos rasgos son los que me acompañan, ¿qué decisiones voy a tomar para ver dónde me puedo sentir mejor? Incluso lo estáis utilizando ya para elegir incluso la tipología de batería.