

Description of La promesa 528 #audesc
Cuarta temporada de la espectacular serie de RTVE
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Radio Televisión Española presenta anteriormente...
Ana me ha pedido que entre los dos inventemos
una versión intermedia sobre lo que sucedió hace años
para que se la contemos a nuestro hijo.
No lo hagas, señora...
Yo creo que cada uno debe asumir sus culpas
y contar toda la verdad.
Como ve, he encontrado un buen pupilo en su hijo.
Es fácil, si me enseñara mejor.
Menos mal que no es contigo con quien tiene que casarse Curro,
sino con una de las hijas de los Castroviejo.
Déjame de mí las relaciones públicas,
pero manténme informada por telegrama de cada paso que des.
Sabes, creo que estás siendo muy injusta conmigo.
Pero es que tú dejaste que me silenciaran, Manuel.
No fue así.
Tienes toda la razón, no tiene ningún sentido.
Y, además, no quiero discutir contigo.
¿Curro?
El mismo.
¡Ay, mi niño!
¡Ay, mi niño!
¡Ay, mi niño!
Ramona lo abrazaba.
Piense que cuando las cosas se enderecen
podremos recuperar todo lo que hemos empeñado.
¿Y cómo vamos a conseguir esos cuartos
si Martina no quiere vender?
A lo mejor aún puedo convencerla.
Yo sí sé cómo hacer que venda.
No me digas que sigues pensando en engañarla.
Alonso miraba a Cruz con disgusto y ella sonreía.
Ahora...
No, yo no voy a atender una trampa a Martina
como hizo Lorenzo con nosotros.
Y me parece una aberración que se te haya pasado por la cabeza.
No se trata de una trampa, Alonso.
Solo es un engaño inocente.
No hay engaños inocentes.
Por supuesto que sí los hay.
Desde el mismo momento en el que nunca se sepa la mentira.
Martina seguirá siendo tan feliz
y tú podrás por fin vender los terrenos.
¿Cómo?
A ver, yo misma necesité que tú me explicaras
cómo se distribuye la promesa, ¿lo recuerdas?
Martina es una completa neófita en el tema.
¿Bastará con decirle que la única decisión que cuenta
es la del propietario mayoritario?
Es decir, nosotros, con nuestro 75%?
No creo que sea tan fácil como dices.
¿Cómo que no? ¿Al revés?
¿No ves que se trata de una niña a la que le ha caído del cielo
un regalo que ni siquiera sabe gestionar?
Puede ser realmente fácil.
No seré yo quien engañe a sangre de mi sangre.
A la hija de mi propio hermano.
Por favor, Alonso, lo dices como si a mí me gustara mentir a Martina.
Pero a la fuerza de Orcan, querido.
Y esta es precisamente la solución que estamos necesitando.
A ver, me hago cargo de tus reparos, Alonso.
Pero míralo de esta manera, la realidad no nos deja otra opción.
De hecho, si Margarita hubiera mantenido su parte,
otro gallo cantaría.
¿Crees que es más fácil engañar a nuestra cuñada que a Martina?
Por supuesto que no.
Pero con Margarita no hubiera hecho falta un engaño.
Aun así, Martina tiene todo el derecho del mundo a equivocarse
con lo que por ley es suyo.
¿Por cuánto tiempo, Alonso?
Porque si esta crisis nos deja en la quiebra, ¿qué te quedará?
Todavía estamos a tiempo de hacer las cosas bien.
Tú sabes tan bien como yo que Margarita hubiera querido esto.
Que ella nos hubiera apoyado.
Claro, si hasta se lo jugó todo en una partida de cartas
para conseguir esas tierras.
Ella no hubiera permitido que este palacio
se fuera al traste tan fácilmente.
No seré yo quien mienta a Martina a la cara, no puedo.
No te preocupes, yo hablaré con ella.
Tú solo dime que sí y yo me ocupo de todo.
Así podremos por fin vender esos terrenos.
Ángel está en la sala contigua y ha escuchado la conversación.
Cierra unos libros y sale con sigilo de la biblioteca
sin que los marqueses la vean.
Durante la cabecera,
los protagonistas van apareciendo sobre diferentes lugares de la promesa.
Se rotulan los nombres de los actores junto a cada personaje.
Ana Garcés es Jana, Eva Martín Cruz, Manuel Regueiro Alonso,
Arturo García Sancho Manuel, Carmen Asecas Catalina,
Joaquín Climent Rómulo, Marga Martínez Petra,
Xavier Loc Curro, Amparo Piñero Martina,
Ángela Echaniz Vera, María Castro Pía,
Carmen Flores Sandoval Simona, Teresa Quintero Candela,
Guillermo Serrano Lorenzo, Enrique Fortún Lope,
Andrea del Río Teresa y Sara Molina como María.
Sobre el fondo del palacio aparece el sello aristocrático
con una L y una P enmarcadas en una corona de laurel.
Se lee la promesa, idea original Giuseppe Zisterro.