La promesa 576 #audesc

Radio Televisión Española presenta Anteriormente Pía llegaba al cementerio con una pala Se detenía ante la tumba de Jana y miraba precavida a su alrededor Excavaba para sacar el féretro En otro momento Lo importante es que tú tenías razón ¿Cómo estaba Jana? Estaba de color azul No puedes irte de la promesa Y entiendo también que le han ido con el cuento de que me voy a ir ¿Quién ha sido? Se dice el pecado, pero no el pecador Antoñito se ha ido porque yo...

La parte de mi vida hace muchos años, ¿entiendes? Lo veremos a ver, tiempo por tiempo Pero ya ha habido mucho tiempo Y yo he hecho todo lo que estaba en mi mano y al final pues...

No ha sido posible He estado un rato con Pía Y por fin se le ha pasado el sofocón del otro día Yo sé bien que lo peor para una madre es apartarse de su hijo De verdad no es capaz de ver qué madre ha cambiado ¿No cree que se merezca una segunda oportunidad? Casualmente se encuentra el niño Es más, lo rescata toda una heroína ¿Estás insinuando que Ana robó al niño para quedar bien? Yo no estoy insinuando nada Simplemente digo que no me creo ciertas coincidencias Yo hago todo lo que puedo Pero a mí tampoco me parece justo que yo me tenga que poner en el lugar de todo el mundo Cuando nadie hace el más mínimo esfuerzo por ponerse en el mío Tan solo te pido que no ceas en el empeño Y lo importante ahí es estar en el camino correcto antes de echar a andar Si no fueras tan orgullosa y tan soberbia te darías cuenta de que no estás diciendo más Que sandece por mucho que te moleste ¿Así que así me ves? Sí ¿Y entonces por qué tanta insistencia en compartir la vida juntos? ¿Por qué no me dejas en paz y una vez? Mira, tienes razón No veo ningún motivo para querer estar contigo ¿Sabes por qué? Porque eres insoportable Hace apenas unos instantes he visto a Catalina a lo lejos Iba sola, sin abrigo y ha salido de los jardines ¿Se ha caído? Venga, ¿qué le ayudo? No, no, no ¡Curro roto! ¡Curro, Catalina está de parte! Bueno, lo que me faltaba Que ahora seas tú quien me reproche a mí que no tengo en cuenta tu opinión Yo no te estoy reprochando nada Te estoy diciendo que me sorprendes Sí, es que por supuesto que es sorprendente Porque aquí siempre la que hace lo que le viene en ganas sin importar lo que yo piense eres tú Es que por una vez que intento hacer algo para sorprenderte De verdad, ya veo la ilusión que te hace francamente, Martina Es que no hay quien te entienda Nací el primer bebé Ángela lo cogía entre sus manos con ilusión Curro se emocionaba Miraba a Catalina que se había desmayado ¡Catalina! No, no, no ¡Catalina! ¡Catalina! Ahora Curro intenta despertarla ¡Catalina, por favor! ¡Catalina! Voy al palacio a pedir ayuda No, no, no, no te puedes ir ahora Curro, tenemos que llevar al niño a un lugar caliente para que no pierda temperatura Y además hay que limpiarlo ¿Y si nace el segundo bebé? ¿Y si mi hermana alumbra de nuevo? ¿Qué hago yo aquí solo? Curro, tengo que irme Pero lo vas a hacer bien Confío plenamente en ti Además he leído que en estos casos no tienen que venir los dos niños juntos Pueden pasar horas hasta que nazca el siguiente Y mientras tanto, no lo sé Intentaré arrimar a Catalina Ángela acuna a la recién nacida y se va Catalina Catalina Catalina, despierta, por favor ¡Catalina! Curro le da unas palmadas en la cara y se rinde intranquilo Catalina sigue inconsciente con el rostro pálido Durante la cabecera, los protagonistas van apareciendo sobre diferentes lugares de la promesa Se rotulan los nombres de los actores junto a cada personaje Arturo García Sancho es Manuel Xavier Locke, Curro Manuel Regueiro, Alonso Carmen Asecas, Catalina Isabel Serrano, Leocadia Marta Costa, Ángela Joaquín Climent, Rómulo Marga Martínez, Petra Amparo Piñero, Martina Ángela Echaniz, Vera María Castro, Pía Carmen Flores Sandoval, Simona Teresa Quintero, Candela Guillermo Serrano, Lorenzo Enrique Fortún, Lope Andrea del Río, Teresa y Sara Molina, como María Sobre el fondo del palacio aparece el sello aristocrático con una L y una P marcadas en una corona de laurel Se lee la promesa, idea original, Yusef Cister, Rubio Curro se angustia Ella sigue dormida y torcida