

Description of La promesa 608 #audesc
Cuarta temporada de la espectacular serie de RTVE
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
¿Pero qué estás diciendo inconsciente? Lo que está usted oyendo. El obispo va a excomulgar al padre Samuel por su culpa.
Petra se ofende.
Usted le dio aviso de la boda de doña Catalina y Adriano.
No. No, eso no es así.
Eso sí que es así. Usted lo fue contando por ahí, a pesar de que el Marqués nos dijo que no contásemos na' fuera de palacio.
¿Pero cómo lo van a excomulgar por algo así? Me parece demasiado castigo.
Pues eso parece que va a pasar. Y todo por culpa de ella.
María, deja de acusarme de esa manera o la vamos a tener.
Uy, si se piensa usted que me voy a cogotar, está bien equivocada, ¿eh? Bueno, ya está bien. Ya está bien.
A ver, señor Arcos, explíquese. Y usted, déjela que hable. No la interrumpa.
Gracias, señor Baeza.
Yo lamento mucho lo que está pasando con el padre Samuel.
Pero les aseguro que no tengo nada que ver con ello.
Les prometo que no le he dicho a nadie fuera de aquí que el padre Samuel casó a doña Catalina en este palacio.
No, Nina.
Bueno, ya está bien. A ver, María Fernández, ¿tiene usted alguna prueba contra la señora Arcos? Bueno, ha tenido que ser ella. ¿Quién iba a ser si no? Siempre igual. Siempre echándome a mí la culpa de todo lo malo que pasa en este palacio.
No sería la primera maldad que asuste.
María, no puedes acusarme de esa manera tan injusta.
Bueno, vamos a ver, señorita Fernández, ¿tiene usted alguna prueba o no? No, no las tiene.
Pero da igual, porque aquí nadie necesita pruebas para difamarme y dejarme en mal lugar, señor Baeza.
Eso está fácil. Echadme a mí la culpa de todo lo que pasa en esta casa.
Ponendo sobre diferentes lugares de la promesa se rotulan los nombres de los actores junto a cada personaje.
Carmen Flores Sandoval Simona, Teresa Quintero Candela, Guillermo Serrano Lorenzo, Enrique Fortún López, Andrea del Río Teresa y Sara Molina como María.
Sobre el fondo del palacio aparece el sello aristocrático con una L y una P enmarcadas en una corona de laurel.
Se lee La promesa, idea original, Giuseppe Cister Rubio.
En la biblioteca.
¿Pero a qué vienes ahora? Que yo no tengo ningún tipo de pacto con el duque.
¿Seguro? Por supuesto que seguro.
Entonces, ¿por qué has puesto cara de culpa cuando te lo he insinuado? Vamos hombre, lo que me faltaba, que ahora se me juzgara por la cara que pongo encima.
Es que la cara es el espejo del alma, Jacobo, y tú has dudado.
No, no, lo que has visto es perplejidad.
Martina, ¿por qué me he quedado perplejo? Es que no me puedo creer que tengas tan poca confianza en mí.
Es que no es eso.
Sí, sí que lo es, sí que lo es.
Primero me tildas de embustero y luego me acusas de hacer un pacto con un hombre al que apenas conozco.
No entiendo el cambio que has tenido con él.
Es que antes lo odiabas y ahora estás lamiéndole las botas.
Martina, te lo puedo decir mil veces.
Si quieres, es un hombre muy poderoso y nos puede ayudar en el futuro.
Nos conviene estar a buenas con él.
Pero para eso no hace falta darle la razón en todo y tú lo estás haciendo con muchísimos asuntos.
Es que una cosa no quita la otra.
Martina, yo puedo pensar que el duque está equivocado en muchas cosas, sí, y que en otras tiene razón.
Y eso es independiente de que sus formas me parezcan más o menos correctas.
A mí eso me suena a hipocresía.
No, no es hipocresía.
Martina, es ser práctico.
Ese hombre puede arruinarnos la vida o puede ayudarnos.
¿Tú qué prefieres? Prefiero no moverme por el interés.
Martina, despierta.
Todo en esta vida es interés.
Nuestro noviazgo también, por ejemplo.
No, no he dicho eso.
No, no saques las cosas de contexto como haces siempre.
Digo que conviene llevarse bien con todo el mundo.
Y especialmente, sí, con las personas que nos pueden ayudar en un futuro.
Pues yo no soy ese tipo de persona.
Yo no pienso darle la razón o sonreírle simplemente por la posición que tenga.
Está bien.
De acuerdo.
Pues yo me conformo con que guardes un poco más de prudencia.
¿Prudencia o sumisión, Jacob? ¿Tú por qué tienes que ser tan hidriente siempre? No, estoy siendo clara.
Porque yo voy a hablar cuando me venga en gana.
Y no pienso permitir que nadie me diga lo que tengo que hacer o lo que tengo que hacer.
Comments of La promesa 608 #audesc