La promesa 685 #audesc

Radiotelevisión Española presenta anteriormente...

Faltarle el respeto a un superior o desobedecer una orden del mismo será considerado como una falta grave.

Si alguno de ustedes comete tres faltas graves será puesto de patitas en la calle ipso facto. ¿Pero dónde demonios está? Ya verás cómo parece antes de lo que pensamos. Deberíamos ocuparnos de nuestro otro gran problema. ¿Se refiere al problema con los trabajadores de nuestras tierras? Yo ya le he dicho a Martina y a don Jacobo que yo me ocuparía de eso. Veo totalmente descabellado obligarme a subir al tejado. Yo no lo veo así y es una orden. No pienso hacerlo. Santos.

Señor. Testigo de cómo el señor Pellicer recibe su primera falta grave.

Ahora el dolor de cuello se me ha extendido a la mandíbula y también me cuesta trabajo masticar. ¿Y algún otro síntoma reseñable? Bueno también me provoca un malestar general y sudores y a veces unos calambres por la espalda que hace mucho más insufrible esta rigidez que tengo.

Quiero decir que vendría bien que alguien llévese las cuentas de las faltas graves para asegurarnos de que nadie llega hasta tres. Pues yo me ofrezco voluntaria.

Mucho me temo que somos nosotros los que le resultamos incómodos. ¿Nosotros por qué? Pues porque desde que somos pareja probablemente se ha sentido un poco fuera de lugar. Que no. Yo creo que eso es una tontería. Somos bastante mayorcitos ya los tres. Tienes razón. Y si no puedo ayudarte con las gestiones. Puedo ayudarte con estas criaturas que fue lo que Catalina me pidió en la carta que me dejó.

Y yo lo hago encantada. Ese préstamo de persona de la señora Darrear Palacio de los de Aranjuez no es más que un castigo que se ha sacado usted de la manca. Me está faltando usted el respeto y eso es una falta grave. Pues mire usted que bien. Primera falta para la vendalerenda. Me alegro. Me alegro de que se lo tome usted a chufla. ¿Algo más que decir? No. Candela no tiene nada más que decir, señor Maesteros.

Sabré cuidar de ti. Con eso se refiere a que cuidará de mí también como de su primera esposa que en gloria esté.

Cuando se canse de mí también me va a tirar por unas escaleras y me va a llevar a un psiquiátrico.

Yo no he hecho nada parecido. Claro, claro que lo ha hecho. ¿Y sabe lo que le digo? Que el sanatorio no me parece tan mal destino si la alternativa es ser su esposa.

Abajo estamos bastante descontentos con el injustificado traslado de doña Pía a la casa de los conde de Aranjuez.

¿Es que yo autoricé ese traslado, curro? Pero es que en teoría iban a ser unos días y ahora nadie sabe cuándo va a volver.

Entiendo. Pero tranquilo, en cuanto pueda buscaré la manera de apaciguar las cosas ahí abajo.

Mete en veredad tu hija. Cuando estemos casados y por fin seamos marido y mujer, ya me encargaré yo de ella.

Pero hasta entonces, eso es responsabilidad de su madre, es decir, tu responsabilidad.

No voy a casarme con él. Haré lo que haga falta para evitar ese matrimonio, lo que sea.

Más vale que te quites de la cabeza todas esas ideas.

Sobre todo si esas ideas tienen que ver con fugarte con el hijo bastardo del marqués de Luján.

Ángela miraba perpleja y con lágrimas en los ojos a su madre. Ahora...

No me pongas esa cara. Y sobre todo no te atrevas a negarlo.

Porque te vi cómo te besabas con Curro. Lo necesitaba confirmar mis sospechos y las he confirmado.

Mira firme a su hija, que se lleva las manos a la boca, llena de preocupación.

Ese ruido que oímos... Ese ruido que oímos aquella noche...

Fue un tropiezo inoportuno, sí.

Pero no te lleves a engaño, hija. Lo peor no es que yo os haya descubierto.

Pues francamente pocas cosas peores se me ocurren, ya.

Pues lo peor de todo es que Lorenzo de la Mata lo sabe.

¿Él estaba con usted? No. Él lo sabe de mucho antes, hija.

Por eso no tuve más remedio que concederle tu mano cuando él me la pidió.

Ángela se agobia.

¿Así que de eso se trata? Todo esto es un chantaje.

Pues claro. Y lamentablemente el capitán no es de esos que amenazan en vano.

¿Y con qué le amenazan? Ten por seguro que si no te casas con él, le va a faltar tiempo para correr la voz de que estás con un lacayo, bastardo, para más Henry, y tú quedarás marcada para siempre.

Y Curro... Curro será desterrado por el rey.

Y esta vez sí que no habrá manera de librarlo.

Ángela se lleva las manos a la cara con desesperación.

¿Pero por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué qué? ¿Por qué Lorenzo de la Mata se quiere casar conmigo? Es que sigo sin comprenderlo, no me cabe en la cabeza.

Pues porque a lo mejor no hay nada que...