La promesa 687 #audesc

Radio Televisión Española presenta, anteriormente...

Creo que aún está compareciente del terrible secuestro que sufrió, por eso he pedido que le suban la cena a su dormitorio.

Pues a mí no me parece bien, ¿qué queréis que os diga? El mundo real es mucho más que eso, es mucho más que el dinero y las apariencias.

Haz lo que quieras, Ángela, pero encerrarte en tu habitación no va a cambiar las cosas, ni va a romper tu compromiso.

Así que más vale que te hagas a la idea y empieces a comportarte como una persona adulta.

Me escama que Manuel no nos cuente nada de esas reuniones.

No, muchas de esas reuniones imagino que serán infructuosas.

Pues yo quiero saber todos los avances productivos, incluso los intentos que no llevan a nada.

He tenido una reunión con don Alonso, sobre la señora Darre.

Me ha pedido que la traiga de vuelta de inmediato.

Si la traemos de vuelta, estaría perdiendo mi autoridad.

Está bien, te ayudaré.

Ha quedado claro que no valgo para esto, que soy un fracaso.

¿Podrías dejar de decir esas cosas, por favor, que no son verdad? No, sí que lo son. Sí que lo son porque hasta mi mujer me ha abandonado.

Y yo no soy capaz de llevar la finca con un poquito de dignidad.

Eso no es verdad porque la finca va mejor que nunca.

¿Puede saber qué hacen ustedes de chacha a la mitad de la jornada? El mozo que necesitaba descansar.

Pero eso es mentira. Y te exijo que rectifiques inmediatamente delante del señor Ballesteros.

Santos ha mentido como un bellasco.

Y usted antes de reñirnos con cajas destempladas debería enterarse de lo que ha pasado.

Reñí por reñí, eso es lo que más le gusta a usted.

Tiene usted una nueva falta en su expediente, señora García. Y usted también, señor Pellicer.

Le he pedido a María que te acompañe a tu dormitorio.

No quiero que gastes más energía de la cuenta en las escaleras.

Así se quedan todos más tranquilos.

Nadie la conoce. Nadie la ha visto nunca. Y cuando pregunto por Enhora, nadie sabe quién es.

Y eso que no es un nombre muy común.

Toño miraba a Manuel con el ceño fruncido.

Ni siquiera he podido localizar el taller de su padre que ahora regenta a su tío. Nada.

Ahora en el hangar...

Lo siento, Toño.

Toño baja la mirada desanimado.

Sé que no es fácil asimilar algo así.

No, lo que no es fácil asimilar es que hayas estado espiando a Enhora. Eso es lo que no es fácil.

¿Cómo? ¿Qué pasa? ¿También me vas a investigar a mí ahora? Bueno no, calla. Eso ya lo hiciste en su momento, se me olvidaba.

Toño tenía un motivo poderoso para investigar lo que Enhora estaba diciendo sobre sí misma.

¿Ah sí? ¿Cuál? Bueno, los planos, claro.

Porque la idea de que ella te haya contado la verdad y que esté en su casa trabajando por las noches, ¿a ti te parece impensable? Por favor, dicho así, parece que me he vuelto orate.

¿Puedes ver un poco más allá? ¿No te parece raro que nadie la conozca? Pues no, Manuel. No me parece raro.

Tú a lo mejor no te has movido mucho de este palacio, pero yo he estado faenando por medio de Andalucía y el no ser alguien conocido, pues chico, está a la orden del día.

Sabemos muy poco de ella, Toño.

Es casi una recién llegada y ¿acaso nos hemos olvidado de cómo entró a trabajar aquí? Ella entró aquí como pudo, Manuel, porque sabía que tú no lo solías poner fácil.

Ah, perdona por ser prudente y no meter a cualquiera en mi hangar.

Pero es que no es cualquiera. Llevamos meses trabajando los tres juntos, por favor.

Es precisamente por eso.

¿No te parece raro llevar meses con ella y no saber apenas nada de su vida privada? Es que no todos encontramos un placer morboso en ir aireando nuestras intimidades.

Manuel aprieta el labio molesto.

¿Ahora te importaría dejar de hacértelo ofendido y poner un poco de sensatez en todo esto? Manuel, lo sensato creo que es confiar en alguien que te ha demostrado lealtad todo este tiempo.

Y no pensar que todo el mundo tiene intenciones ocultas para con tu empresa.

Esto no tiene nada que ver con la empresa.

¿Pues con qué tiene que ver? Por favor, explícamelo.

Acabas de pedirle matrimonio a esa mujer, Toño.

Sí, ¿y qué? ¿Acaso no quieres saber quién es realmente? Es que ya sé quién es, Manuel. Es la persona con la que yo quiero pasar el resto de mi vida.

Yo la quiero a ella y ella me quiere a mí.

Eso no es suficiente.

No será suficiente para ti, pero para mí sí lo es.

Todos tenemos un pasado y tenemos derecho a rehacer nuestra vida.

Y ella ni siquiera tiene un pasado malo.

Simplemente tiene un pasado que tú no has sido capaz de contrastar.

Toño lo mira con enfado y se aparta intentando templarse.

Toño, yo solo quiero ayudarte.

Manuel se muestra afectado.

Me preocupo por ti.

Pues no te preocupes tanto y simplemente respeta.

Respeta mis sentimientos y mis decisiones.

Manuel mira a Toño entornando los ojos.

Puedo llegar a entender por qué estás haciendo esto.

Te lo agradezco en cierto modo.

Pero de verdad, eso no justifica que estés espiando en hora.

Toño mira seriamente a Manuel y se aparta.