La promesa 688 #audesc

Radio Televisión Española presenta, anteriormente… Quiero su respeto.

Acabas de pedirle matrimonio a esa mujer, Toño. ¿Acaso no quieres saber quién es realmente? Es que ya sé quién es, Manuel. Es la persona con la que yo quiero pasar el resto de mi vida.

Yo la quiero a ella y ella me quiere a mí.

¡Eso no es suficiente! No será suficiente para ti, pero para mí sí lo es.

Autoricé ese traslado porque me dijo que la señora Adarre regresaría pronto.

Quiero que vuelva de inmediato.

No puedo dar marcha atrás. Estaría me armando mi autoridad ante el resto del servicio.

Es un secreto a voces entre el servicio que Pía y Ricardo han continuado en relaciones a pesar de que él es un hombre casado.

Hay doncellas que se han ofrecido a sustituirla.

No es el socorro. Me temo que el señor Ballesteros no se ha equivocado enviando allí a la señora Adarre.

¿Está bien, doña Petra? ¿Está usted bien? ¡Vete! Doña Petra no quiere que nadie la ayude, ¿no es así? Bueno, pues entonces la ayudaremos sin que se entere.

Sé perfectamente lo que es echar de menos son los padres.

Lo tuyo no tiene nada que ver con la mía.

Por supuesto que no. Porque mis padres están muertos.

Y tú todavía tienes esperanza. Pero que esa esperanza no te ciegue, Vera.

Porque tu padre no ha cambiado.

Has perdido la mejor oportunidad de tu vida.

Sin tan siquiera darte cuenta.

Sin tan siquiera valorar el sacrificio que todo esto ha supuesto para mí.

Es que empiezo a creer que tienes razón.

No. Usted no tiene la culpa de nada, Ángela. De nada.

Quizás un poco sí. No, no. Usted ni quiere esa boda ni la ha buscado.

Pero vamos, que yo creía que en esta empresa uno podía dar su opinión.

Por supuesto que puedes dar tu opinión.

Pero si quieres aportar algo, lo primero que tienes que hacer siempre es informarte.

A mí no me engañas.

¿Ha pasado algo? Y quiero que me lo cuentes.

De verdad que no pasa nada. Todo está bien.

¿Y cómo está? No comprende por qué Catalina se ha marchado de esa forma y...

Está asimilando que esto es lo que le ha tocado vivir.

Una tesitura nada sencilla.

Sobre todo si se siente solo.

Daría mi vida por traer de vuelta a Catalina, pero creo que eso no va a ser pronto.

Ha llegado el momento de que mis hijos y yo no marchemos de la promesa.

Alonso quedaba estupefacto. Ahora alza las cejas a un sorprendido.

¿Irte con los niños? No comprendo.

¿Catalina te ha dicho dónde está? ¿Para que os reunáis? No. Por desgracia no sé dónde está su hija.

Pues entonces no veo ninguna razón para que tengas que marcharte.

Tus hijos están bien cuidados aquí y tú estás gestionando las tierras.

Lo sé, pero sin Catalina siento que mis hijos y yo ya no pintemos nada aquí, así que creo que lo mejor que podemos hacer es marcharnos.

Eso es una tontería. Esta es vuestra casa.

Yo no lo siento así.

A ver, yo comprendo que estés disgustado, pero no es buena idea.

Piénsalo bien.

No es una ocurrencia, don Alonso.

Llevo dándole vueltas muchos días y creo que es lo mejor para todos que mis hijos y yo no marchemos.

No es lo mejor. ¿Cómo va a ser lo mejor? Catalina pronto se dará cuenta de que no puede vivir alejada de ti y de sus hijos y volverá a buscaros a la promesa.

Ojalá llevara usted razón, pero es que su hija no tiene ninguna intención de volver.

¿Pero cómo no va a tenerla? Sus hijos están aquí.

Y la carta lo puso bien claro, que no se sentía una buena madre y que lo mejor que podía hacer era alejarse de nosotros.

Estaba desquiciada cuando escribió eso. Se dará cuenta de que estaba equivocada.

No se abandona a las familias en haberlo pensado mucho tiempo antes.

Su hija no va a volver, señor Marqués, por mucho que no quiera asumirlo, y usted lo sabe.

El marqués lo mira dolido y resignado.

Márchate si quieres, pero que sepas que esta es y siempre será tu familia.

Se lo agradezco.

Me dolerá mucho perderte a ti y a mis nietos.

No nos va a perder, simplemente nos vamos a alejar. Un tiempo.

Eso nunca se sabe. Pero antes de que hagas nada quiero pedirte algo.

Adriano asiente complaciente.

Siempre que esté en mi mano, claro.

Es muy importante el paso que quieres dar.

Piénsate.