Protección solar y alimentación #5.18

Esto es Pharma Nutridos, temporada 5, capítulo 18.

Hola, qué tal, qué tal a todos. Buenos días, buenas tardes, buenas noches, según la franja horaria en la que los estéis escuchando. Hoy, para Diego y para mí, son buenos días.

Son las 11 menos cuarto de este maravilloso 12 de junio. Vuestro podcast de salud, vuestro podcast de farmacia, vuestro podcast de nutrición llamado Pharma Nutridos, donde quincenalmente, pues Diego y yo hablamos un poco de todos estos temas así relacionados con la actualidad. Si todo está bien, todo está correcto, y aquí nadie se ha perdido en estos últimos 48 segundos que no escucho su dulce voz, estará al otro lado de la línea, Diego.

Diego, ¿qué tal? Muy buenos días. Muy buenas, hombre, que tanto como dulce, pero bueno, aquí sigo, aquí sigo. Bueno, mejor que la mía, sí. La mía era terciopelada, creo, ¿no? Terciopelada. Sí, madre mía. Dulce y a terciopelada.

Pues te voy a decir una cosa. Creo que el otro día en el Masdermo, creo recordar que vi a esa chica, se llamaba Laura, la vi de lejos y no me dio tiempo a acercarme a ella, a hablar con ella, porque me hubiese acercado a decirle, hola, ¿qué tal? Soy el que perdió la voz en tu entrevista.

Pero creo que la vi de lejos, sí. El Masdermo es ese sitio donde, bueno, parte estuvo bien, porque parte tuvo charlas interesantes, y otra parte donde te vienen a decir lo guays que son la gente que se dedica a la Dermo y lo desgraciado que eres tú, porque no tienes una consulta de 50 metros cuadrados con la última tecnología para analizar la piel y lo más farmacéutico que eres. Exacto, y para hacer una atención personalizada en una zona apartada de la farmacia, en un sitio que es más grande que el 90% de las farmacias.

Mayormente, sí. Todo lo que gustan. Sí, sí, sí, claro, claro. Sí, tal cual.

O sea, mi padre siempre decía que con buen apoyo alguien se folla, ¿sabes? Bien, pues poco que añadir a ese comentario, sinceramente. Hasta aquí el capítulo de hoy.

Hasta aquí mi aportación. Sigamos. No, pero si es verdad, mire.

En condiciones ideales todo es maravilloso. Claro que podríamos hacer maravillas si tuviéramos recursos infinitos, ¿sabes? Pero pues a veces no puede ser.

A ver, sí que es verdad que la jornada no estuviera mal del todo. No es crítica barata, es normal que estén patrocinados por un mocollón de, obviamente, laboratorios cosméticos, de dermofarmacia, porque al fin y al cabo es una jornada de dermofarmacia. Me parece un peor nivel que hace dos años. Hace dos años fue más técnico, se puede decir, más desde el punto de vista patológico, si lo podemos enfocar así.

Pero a mí cada día me fastía más que veo lo que hemos comentado muchas veces. A los mismos, en los mismos sitios, y haciéndote sentir a ti que, joder, qué caro, es que tú no tienes esto porque no quieres. Es como, mira, ya me falta, ya llevo un podcast, llevo la nutrición, llevo la farmacia, ya me falta ya solamente esto. Y yo no solamente esto, sino que encima es como lo que tú has dicho, ¿no? Tengo una consulta ahí cerrada, tal, y tengo un despacho y da gracias.

Y me siento afortunado que tengo un despacho. ¿Cuántas farmacias? El despacho es el rincón donde mandan los pedidos. —Claro. Yo te iba a preguntar justo si estaban ahí los tertuliators, los más habituales. Pero también es una pregunta afina, retórica, porque lo sabemos todos que sí.

—Sí, sí, sí. —Por lo menos ahí sí que es cierto que hay algunos que solamente se dedican a la cosmética, y aunque son un poco divos o divas, pero por lo menos solamente se dedican a eso.

Pero hay otros que están en todos los ámbitos, ¿eh? Joder, ¿cómo pueden dominarlo todo tanto? ¿Qué maravilla? ¿Me cuesta dominar lo que intento dominar? —Te voy a decir un tertuliano que es el único que estaba allí. Un día le escuché que tenía una farmacia de 24 empleados. Ojo con eso, ¿eh? 24 empleados. —Si es que el tiempo que necesitas para gestionar el horario de los empleados y los recursos humanos, si los llevas tú, ya es suficiente como para que no te dé tiempo a hacer ni una charla. —Exactamente. Tú dices, oye, enhorabuena. Oye, pues me alegro por él que tengas la suerte. Yo eso no te pongo pegas. Pero claro, este ya directamente se dedicará a las charlas, a otras cosas, claro. O sea, corta precintos se va a dedicar. —Claro. —Directamente.

—Pero ¿por qué no por nada? Porque es que es imposible. —Efectivamente.

—Es que no te puede dar tiempo. —Totalmente. Y nada, bueno, ¿qué tal? Bueno, nos hemos visto, ¿eh? El día anterior nos hemos visto. Pusimos todo de nuestra parte.

—En esa currada que te pegaste para venir a comer vermelho. Te lo agradezco mucho, mucho.

—También Sara se pegó a la currada y no dormí en la siesta.

—Al principio estaba un poco rara, ¿eh? Pero bueno, después se va a dormir.

—Bueno, pero es normal. A mí cuando me han dado la siesta me siento raro. O sea, que no es criticable eso. No, bueno, pues tenía que ir a Avila luego a Madrid.