La Psicoteca: Efecto nocebo: cómo tu mente puede enfermarte - 08/10/25

Recuerda que puedes escuchar este audio horas antes de su estreno y sin publicidad suscribiéndote en césarvidal.tv Es una canción que nos resuelve Tú me amabas y yo te amaba La psicoteca con Miguel Ángel Alcárria Tú me amabas y yo te amaba Pero la vida no es lo que se ama Estamos de regreso y estamos de regreso para esa segunda parte de nuestro programa doble y sesión continua que todos los miércoles dedicamos al programa a la salud en el programa La Voz.

Ya hemos tenido con nosotros a Helena Kaliníkova que nos ha hablado de la vida sana, de la existencia saludable, del naturismo y a continuación ya saben que siempre damos un salto cualitativo, que nos vamos a la salud de la mente, que nos vamos a la salud de la psique y ahí quien nos echa una mano es precisamente don Miguel Ángel Alcárria que ya está con nosotros. Muy buenas noches don Miguel Ángel, ¿por dónde vamos a ir hoy? Muy buenas noches don César y muy buenas noches también a la audiencia de La Voz.

Gran parte de la población conoce lo que es el efecto placebo, ese fenómeno fascinante del cual hemos hablado en varias ocasiones en este programa y que consiste en la mejora de una condición médica debido a la expectativa de estar recibiendo un tratamiento eficaz aunque el tratamiento realmente sea neutro, carente de sustancia activa y por tanto y en principio de efecto alguno.

En este sentido el efecto placebo es el fruto, podríamos decir, del poder de la mente sobre el cuerpo en términos positivos. Sin embargo, ya que estamos acercándonos al 10 de octubre, día mundial de la salud mental, hoy queremos adentrarnos en otro de los grandes misterios de la mente ubicado en el otro extremo de este efecto placebo.

Hablamos de algo mucho menos conocido pero igual inclusive más poderoso que el efecto placebo, como veremos eso es así según las cifras, el llamado efecto nocebo. Exploraremos ese poder oculto y desconocido de la mente y profundizaremos en su capacidad para, al contrario de lo que ocurre con el placebo, causar daño a partir de creencias y expectativas negativas. Porque ¿quién dijo que esto no sería posible? Que el ser humano no tuviera la capacidad de enfermarse a sí mismo si hemos visto que en ocasiones tiene la capacidad de hacer lo contrario, que es lo que ocurre en cierto sentido con el efecto placebo.

En esta línea podemos decir que el efecto nocebo es la prueba no del secreto, del conocido como el poder de la atracción en términos negativos, sino de que el ser humano es un ser integral y que cuando se enferma, en este caso el pensamiento, todas las áreas de nuestra vida, inclusive la salud física, tienden a enfermarse. Por lo que la mente, nuestros pensamientos, tienen la capacidad también de destruirnos si no sabemos cuidar de nuestra higiene mental.

De esta forma, si el efecto placebo muestra la maravilla de la mente en su capacidad de sanar, el nocebo revela la oscuridad que nuestra misma mente también alberga al ser capaz de sembrar dolor y malestar. Así en este juego entre la mente y el cuerpo podemos llegar a ser los creadores de nuestro propio sufrimiento, muchas veces sin ser conscientes de ello.

Y esto es lo asombroso, lo asombroso del mundo de la psique, del mundo de la mente. Tanto así que daría para hacer esta sección toda la vida y no terminaríamos nunca de conocer todos sus recovecos. Por ejemplo, un pronóstico negativo, que nos digan que nos quedan X meses de vida, aún sin todavía haber presentado síntoma alguno, puede ser suficiente para que nuestro cuerpo comience a manifestar síntomas que antes no estaban presentes o para que la sintomatología de una patología ya existente, aunque leve, ya diagnosticada y cuyos síntomas se empiezan a experimentar, pues empieza a empeorar con celeridad, incluso cuando no hay una causa médica que explique o justifique este empeoramiento. La mente, creyendo en esa limitación, comienza a generar respuestas fisiológicas que refuerzan esa creencia, generando un clima de ansiedad y estrés y aceleración.