PUEBLINOS 01X03 | Vino, Linces y Chat Gpt

Para mí, la emigración es una tragedia total.

El que viaje por conocer mundos, el que quiera mejorar un poco su trabajo, pero que tenga luego en la mente el retornar.

Pero los que se van para no retornar, me parece una tragedia y un engaño que creo que la gente se da cuenta después de ya haberse establecido estar muchísimo tiempo en las ciudades y ya no tener posibilidad de volver otra vez a tu pueblo.

Entonces, animaría a toda la gente joven que se lo pensara muy mucho, porque dejar a tus padres, dejar a tus hermanos, dejar a tu gente, dejar a tu tierra es muy, muy doloroso.

Pueblinos, el podcast de gente de pueblo para el universo.

Para el universo entero.

Pero, hombre, nunca se sabe a dónde vamos a llegar.

Pues venga, vámonos, que ya se ve.

Bueno, Isi, ¿qué pasa? Buenas tardes, ¿cómo estamos? Muy buenas, ¿cómo estás? Yo encantado, porque además hoy jugamos en casa, Juanpe.

Hoy jugamos en casa, hoy estamos en Tierra de Barro.

Tierra de Barro, Tierra de Viñedos y Tierra de Olivos.

No sé si lo hemos dicho, pero nosotros somos de Ribera del Fresno, un pueblo de 3.500 habitantes dentro de esta comarca.

Y, claro, estamos acostumbrados a ver toda la vida viñas y olivos.

Entonces, para nosotros estar ahora mismo en este paraje, que, no sé, quizás es como parte de nosotros, ¿no? Ya también es algo que nos acompaña toda la vida.

Eso es. Concretamente estamos en una zona de Villafranca de los Barros.

Estamos en la zona que le dicen la Madre del Agua.

Concretamente, en el Porche...

Porche o...

A ver si va a ser como el Lamborghini del primer programa, esto.

Digamos que es un hall externo.

Un hall. Qué fino te has puesto para empezar el programa.

Y en lo que le llaman la Huerta de los Curas, ¿no? La Huerta de los Curas, bueno, viene porque los curas que estaban en el Colegio San José era como su retiro en esta zona.

Y estamos en un cortijo que tiene aproximadamente unos 100 años, porque nos contaba el padre de María, el dueño del cortijo, que su padre, es decir, el abuelo de María, cuando era pequeño lo veía hacer.

Y él nació en el 17, pues estamos hablando de que tiene cerca de 100 años y no los tiene ya.

Ha llovido, ha llovido, entonces.

¿Y por qué se le llama la Madre del Agua a este sitio? Pues la Madre del Agua le dicen a este sitio porque siempre ha sido muy rica en agua, ha tenido siempre muchos manantiales, y de hecho por la zona se ven muchos pozos antiguos, de las antiguas norias, y de hecho aquí en 200-300 metros a la redonda podemos tener cuatro o cinco albercas bastante grandes, incluso pozos con las típicas bóvedas y todo, que son bastante espectaculares.

O sea, ¿sigue teniendo agua ese manantial, esa agua subterránea, o ha decaído, cómo está la situación? Sigue teniendo agua, lo único que tiene menos.

Todos los años de sequía que hemos tenido en Extremadura al final les ha afectado, lógicamente, como les han afectado a todas las partes de España que han estado en sequía.

Es verdad que este año ha sido muy bueno de agua y se han recuperado un poco.

Esperemos que siga lloviendo y que se sigan recuperando esos manantiales.

Pues eso esperamos.

Juanpe, hoy tenemos invitados, lo contamos con varios dedos de la mano.

Sí, tenemos dos sillas.

Eso te iba a decir, porque ya no solamente son humanos, que nos acompañarán ahora en breve, ahora los presentaremos, sino que hoy las protagonistas del podcast son las sillas de Enea.

Por fin ya tenemos una de ellas, dos en este caso, que nos ha costado encontrarlas, pero aquí están.

Al final la Enea es nuestra representación, representa al proyecto que estamos empujando, que es ese proyecto de recuperación de casas abandonadas en los centros de los pueblos, para rehabitarlas con personas que quieran vivir la experiencia de vivir en un pueblo y a las que les damos ayuda y acompañamiento en el campo del emprendimiento y de la tecnología.

Y, claro, tenían que estar de alguna manera simbólica con nosotros y hoy ya por fin...

Aunque yo creo que hay que recuperarlas un poquito, porque es verdad que las hemos encontrado en un estado ahí y ya no...

Le hemos dado con el método antiguo que tenían para recuperar la madera, que es darle con aceite de oliva.

¿En serio? Le das con aceite de oliva a la madera y le da ese pequeño brillo que va cogiendo y la recupera un poco.

Y como son tradicionales sillas, hemos utilizado un método tradicional.

Y hay que decir también, yo te preguntaba el otro día, Juanpe, que si sería posible arreglar la parte del asiento, de la Enea en sí, de la fibra vegetal, de esa planta que nace en los ríos y que utilizaban los artesanos para trenzarlas y hacer estos asientos de esta silla.

Lo que pasa es que ya no hay artesanos, ¿no? Me decías, ¿no conocías artesanos? A ver, todos los que tenemos ya una edad que hemos visto los Caballeros del Zodiaco, pues toda esa gente...

Qué buenos recuerdos.

...hemos conocido al típico sillero.