Description of Puede telefonear desde aquí
"Puede telefonear desde aquí" es un relato de Algernon Blackwood que narra una noche inquietante en la vida de una mujer que espera la llamada de su esposo, quien ha viajado a París. Mientras pasa la noche acompañada por su prima, se producen extraños sonidos en el teléfono, como si alguien intentara comunicarse desesperadamente. Aunque el aparato parece averiado, la mujer percibe una conexión que va más allá de lo lógico, revelando una comunicación inquietante y misteriosa que desafía las leyes de la realidad. Blackwood crea una atmósfera de tensión y misterio, explorando la frontera entre lo racional y lo inexplicable.
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Europa no a las diez y media mandó a la criada la cama y permaneció levantada ella sola en el piso abriré yo a mi prima se dijo puede que venga tarde leyó hizo punto empezó una carta atizó el fuego y miró las fotografías de su marido que tenía sobre la chimenea pero no paraba de mirar en torno suyo nerviosa yendo unas veces á la puerta a escuchar levantando otras un canto de la persiana para asomarse sobre las farolas de north kensington que contendían con la oscuridad la niebla era más espesa que nunca un rumor de tráfico se elevaba flotando hasta ella desde abajo pero al fin sonó el furioso timbre de la puerta y corrió habría suprima la cual había prometido pasar con ella las dos noches de ausencia de su marido que había salido para parís se besaron se pusieron a hablar las dos a la vez creí que no ibas a llegar nunca civil o la función ha terminado tarde y hay una niebla horrible envié mis cosas esta tarde por eso han llegado puntualmente y tienes la habitación preparada espero que puedas arreglártelas sin doncella me alegro muchísimo de que hayas venido my time villa vecina campestre oh no es eso aunque confieso que londres me aterra por la noche pero tú sabes que es la primera vez que él no está y supongo lo sé lo sé querida lo comprende perfectamente la prima era animada y alegre te sientes sola claro se besaron otra vez ayudame a desabrocharme quieres añadió voy a ponerme la bata y luego nos sentamos confortablemente junto al fuego le he despedido en la estación victoria a las nueve menos cuarto dijo la mujercita una vez terminada la operación vapor new y deep si llegara a parís a las siete de la mañana ha prometido telefonearme lo primero de todo eres un diablillo caro porque cuestan diez chelines los tres minutos o algo así y tienes que ir a correos o al ayuntamiento a un sitio de esos creo pero yo creía que era como una conferencia interurbana normal directa aquí al piso él no me había dicho eso probablemente no le diste esa ocasión oh se echaron a reír y siguieron charlando con los pies en la pantalla de la chimenea y las faldas arremangadas la prima encendió su segundo cigarrillo eran las doce pasadas me temo que no tengo nada de sueño dijo la esposa disculpándose yo tampoco por una vez me entusiasmado con la obra de teatro se puso entonces a contar la animadamente a mitad del relato sonó el teléfono en el recibidor tintineo débilmente no fueron los timbrazos acostumbrada la otra se sobresaltó otra vez no para de hacer eso desde que harry lo instaló la semana pasada a mí no me acaba de gustar habló con voz contenida suprima la miró con curiosidad oh no debes inquietarte por eso río tranquilizadora suele hacer esas cosas cuando no funciona la línea aun no estás acostumbrada las triquiñuelas del teléfono tienes que llamar a la central y quejarte hay que quejarse continuamente en este mundo si quieres que ya empieza de nuevo interrumpió su amiga nerviosa o quisiera que parase de una vez es como si hubiese alguien ahí en el recibidor intentando hablar