¿Qué cambia cuando tu proyecto va primero?

A veces, tu vida parece un puzzle hecho con las piezas de los demás, el trabajo, la familia, la pareja, las obligaciones… Y claro, vas encajando y encajando hasta que un día te preguntas ¿y la pieza que soy yo dónde está? Tú decides cómo quieres ser. Ya sabes que este es tu podcast de desarrollo personal.

Y estás escuchando a Mercedes Cobo, psicóloga creadora de Emocioteca.com Cuando no pones tu proyecto primero, todo encaja a medias. Vives en automático, corriendo detrás de todo, pero dentro de ti sientes que falta algo.

Y aquí justo viene la clave. Poner tu proyecto de vida primero no es egoísmo, es respeto hacia ti, respeto propio. Y cuando lo haces, tu vida entera empieza a encajar de otra manera.

En el episodio del viernes, en el podcast de pareja, hablamos de una pregunta muy difícil.

¿Encaja tu pareja en tu proyecto de vida? Bueno, hoy quiero traerte esta misma idea, pero enfocada al resto de tu vida, a lo personal. Porque antes de preguntarte si alguien más cuadra en tus planes, necesitas saber si tu vida tiene rumbo. Si hay un camino que sea tuyo propio, aunque lo recorras acompañado o solo, da igual. Lo que vamos a ver hoy no es teoría, es algo que probablemente ya has sentido otras veces. Me refiero a esa diferencia entre vivir a la deriva o sentir que cada día tiene un sentido, aunque las cosas no sean perfectas, por supuesto. Quiero acompañarte a mirar eso y a entender qué cambia cuando decides poner tu proyecto primero.

Cuando no tienes un rumbo, tu vida se convierte en un montón de tareas pendientes, cosas que hacer. Trabajas, cuidas, respondes, cumples… pero todo, si te fijas, es hacia afuera. Y llega un momento en que, aunque estés rodeado de gente, te sientes invisible, porque tu vida no refleja quién eres tú realmente. Lo que ocurre es que vas sobreviviendo, que no es lo mismo que vivir. Te ocupas de todo menos de ti. Y cuando paras, el silencio es muy incómodo, porque aparece esta pregunta. ¿Para qué puñetas iba a decir? ¿Estoy haciendo todo esto? Te voy a poner un ejemplo.

Marta es de esas personas que todo el mundo admira porque no para. Pero cuando un día se sentó a hablar conmigo, me dijo, si mañana desaparezco, mi vida queda igual, hecha para los demás, no para mí. Esa frase es brutal, pero describe muy bien lo que pasa cuando tu proyecto personal no existe. Tu vida puede ser muy útil, muy práctica, puedes ser una persona hiperresponsable, pero no es tuya, no sientes que sea tuya. ¿Y qué cambia cuando tu proyecto va primero? Pues mira, el cambio se nota en lo más sencillo.

Tener un rumbo propio te da un punto de referencia, antes decidías desde la culpa o desde el miedo a no gustar. Ahora, con rumbo, tus decisiones pasan por otra pregunta. ¿Esto encaja en la vida que quiero? ¿Esto me cuadra? Y entonces, es cuando empiezas a poner límites de forma natural, no porque te vuelvas duro o una persona egoísta, sino porque ya no te sirve todo. Otro ejemplo, Ana siempre decía que sí, no quería decepcionar a nadie, no quería parecer una persona egoísta, pero cuando comenzó a formarse en lo que realmente le apasionaba, ya no tenía tanto tiempo libre para quedar bien,